CityMakers, la comunidad global de arquitectos que aprenden de ciudades modelo y de sus “makers”, está trabajando con Archdaily para publicar una serie de artículos sobre Barcelona, Medellín y Róterdam. Sus autores son los propios arquitectos, urbanistas y/o estrategas de los proyectos que han transformado estas tres ciudades y que se conocen en las “Escuelas de Ciudades” y “Cursos-Documentales” realizados por CityMakers.
En esta ocasión, Jaume Barnada, coordinador del premiado proyecto de Refugios Climáticos en las escuelas de Barcelona y ponente en las “Escuelas de Ciudades”, nos presenta su artículo “Barcelona, el lugar público como sinónimo de adaptación de la ciudad construida”
Las ciudades son espacios construidos y densos en los que los pavimentos se han impuesto eficientemente al suelo natural. Ciudades como Barcelona tienen casi un 75% del suelo pavimentado e impermeable. Sin duda es un exceso a revertir en un momento de emergencia climática, donde debemos reencontrarnos con la naturaleza. Oriol Bohigas[1]nos decía que la buena urbanización había hecho pavimentar las plazas de las ciudades mediterráneas y que nadie quería vivir en un barrizal. Seguro que tenía razón. También, nos enseñaba que el verde y, en consecuencia, el suelo natural tenía que disponer de dimensión y en especial de posición urbana. Las plazas son plazas y los parques son parques, y cada espacio tiene un tipo de proyecto.
Al momento de indagar en la envolvente de la construcción y cómo se relaciona el interior con el exterior, la figura de los invernaderos aparece como una oportunidad para generar vida en un interior a partir de factores externos o no. Conocido como aquel espacio recubierto por vidrio o cualquier otro material plástico transparente, el invernadero permite cultivar hortalizas y plantas ornamentales durante épocas con condiciones climáticas externas que no permitirían realizarlo fuera. Pero, ¿qué involucra diseñar para las plantas? El clima, las especies, el diseño de estructura y el tipo de cubierta son sólo algunas de las consideraciones a tener en cuenta.
Establecido en 2023 para proteger casi 13,000 hectáreas, el Parque Regional del Río Vjosa es el primer "parque nacional de río salvaje de Europa". La arquitectura danesa CEBRA ha sido seleccionada para diseñar un centro de visitantes multifuncional y centro de información en el espacio recién protegido. Ubicado en el sur de Albania, el Parque Nacional cuenta con un río de 190 kilómetros de longitud sin represas. El diseño de CEBRA apoya los esfuerzos de conservación e investiga cómo los visitantes pueden interactuar con sus respectivos ecosistemas.
La construcción en La Serre de MVRDV ha comenzado. Situado en el eco-distrito ZAC Léon Blum en Issy-les-Moulineaux, justo fuera de París, y diseñado por MVRDV, en colaboración con la arquitecta paisajista Alice Tricon y el desarrollador OGIC, el proyecto tiene como objetivo desafiar la vida convencional en apartamentos al integrar la naturaleza en el entorno urbano. El proyecto cuenta con unidades de vivienda, tiendas y una abundante vegetación, con el objetivo de crear un refugio de biodiversidad.
La innovación de los materiales y de los sistemas constructivos han sido una de las grandes temáticas del 2023 y BASE studio decidió sorprender con una nueva organización material que demuestra las capacidades mecánicas y estéticas del Colihue. Junto con esta propuesta se generaron innovadoras ideas de proyectos habitables que difieren del resto según una morfología espacial específica, creada según un perímetro rígido de arcos que inscriben una superficie paraboloidal.
La modernidad y la globalización han reducido las distancias entre lugares, han cambiado las formas de relacionarse, han acelerado el intercambio de información entre países y, de alguna manera, han hecho que el mundo sea conocido por todos. Pero la verdad es que "todos" son muchas personas, y la combinación de modernidad y globalización ha traído consigo una evidente disparidad social y tecnológica, y los países privilegiados han protagonizado ciertos estilos de ocio, cultura y consumo. La hegemonía de ciertas culturas ha inculcado la idea de que hay una manera "correcta" de vivir y construir ciudades, y el desarrollo desenfrenado ha tenido un costo para los ecosistemas del planeta Tierra.
Mecanoo, en colaboración con Meng Architects y Lola Landscape, ha sido seleccionado como el ganador del concurso internacional de diseño para el diseño del Valle Científico de Shenzhen Guangming. El objetivo del proyecto es crear una instalación de investigación e innovación que también sea atractiva para un público más amplio, al mismo tiempo que esté integrada y coexista con el entorno natural circundante. El proyecto incluye un área de aproximadamente 1.2 kilómetros cuadrados ubicada en un lugar estratégico para servir a la comunidad científica más grande, desde Guangdong hasta Hong Kong y Macao.
La firma ecuatoriana Uribe Schwarzkopf presentó planes para un proyecto de usos mixtos a posicionarse sobre el horizonte de la ciudad de Guayaquil. Sobre el barrio de Puerto Santa Ana, el nuevo proyecto YOO GYE busca aportar espacios residenciales y comerciales a través de un diseño influenciado por el entorno local. Sus interiores son diseñados por YOO inspirado en Starck, contando con la dirección creativa del propio Philippe Starck.
Hace casi una década, una noticia inundó los medios colombianos: el anuncio del proyecto ganador para el Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá. Hoy, queremos traerte toda la información que hemos recopilado desde ese momento, tanto de la competencia ganada por DARP y el proceso de construcción - hasta su inauguración en 2021 y su evolución en los últimos tiempos.
Esperamos este camino arquitectónico te ayude a conocer cada paso, cada decisión y cada detalle que contribuyó a su realización. Entendiendo que su verdadero legado se encuentra en la forma en que transforma vidas, inspira comunidades y perdura en el tiempo.
¿Qué rol cumple el paisajismo en la vivienda contemporánea? ¿De qué maneras pueden la arquitectura y el paisaje integrarse en un todo? Concebir la incorporación del paisaje desde los inicios del proyecto arquitectónico se ha vuelto para muchos arquitectos y arquitectas un aspecto definitorio y hasta incluso un desafío de cara a mejorar la calidad de vida de sus habitantes como así también contribuir a la protección y el cuidado del medioambiente.
En reiteradas ocasiones y dentro del marco latinoamericano, la naturaleza se presenta como protagonista o principio fundador del diseño arquitectónico propuesto involucrando razones ligadas a fomentar la relación con el entorno circundante, incorporar las especies nativas del sitio, potenciar la conexión entre el interior y el exterior, entre otras. Si bien existen diversas maneras de planificar, ordenar y organizar la disposición de los ambientes en la vivienda contemporánea, el diálogo entre la arquitectura y el paisaje puede colaborar con los usos, actividades y circulaciones que se determinen en función de las necesidades a satisfacer o de los usuarios a alojar.
Durante el siglo XIX, los esfuerzos por mejorar la calidad de vida urbana se centraron en la creación de jardines y parques, comenzando así la evolución del paisajismo como la disciplina moderna que conocemos hoy. Sin embargo, aunque existen ejemplos notables alrededor del mundo, la excesiva estructura y artificialidad de los jardines urbanos ha ido en contra de las motivaciones que les dieron origen. En muchos casos, su diseño ha resultado en espacios públicos descontextualizados e ineficientes, altamente demandantes en recursos y alejados de una verdadera sostenibilidad.
La geometría estricta y el uso forzado de especies de difícil adaptación y cuidado están dando paso al regreso de un paisajismo más orgánico, adecuado a los ecosistemas locales y eficiente en su desarrollo y conservación. Los bosques nativos reúnen todos estos aspectos positivos. No sólo permiten restaurar ecológicamente áreas degradadas, sino que mejoran la calidad del aire y retienen el agua de lluvia, creando espacios verdes biodiversos que conectan profundamente a las personas con la naturaleza. Conversamos con Magdalena Valdés, fundadora y directora de Bosko, quien nos explica por qué los bosques nativos son el camino correcto hacia un paisajismo consciente y realmente ecológico.
El cloruro de sodio, más comúnmente conocido como sal, está en todas partes. Antiguo en sus usos y abundante en la naturaleza, preserva los ecosistemas locales, descongela las carreteras, es vital en una variedad de procesos industriales y probablemente esté sentado en la mesa de su cocina como condimento para sus comidas. Hoy en día, se le atribuye un valor relativamente pequeño – considerando que solía ser tan valioso como el oro – y a diferencia de otras alternativas derivadas de la naturaleza, como las algae o el micelio, no parece haber suficiente investigación e interés en torno a todos sus aspectos físicos, propiedades mecánicas o estéticas. Y, sin embargo, es un material con un potencial infinito y extraordinario. Además de sus cualidades para sustentar la vida, la sal es asequible, fácilmente disponible, antibacteriana, resistente al fuego, puede almacenar humedad y calor, y es excelente para reflejar y difundir la luz.
After Yang es una filmación de ciencia ficción escrita, dirigida y editada por Kogonada - el cineasta estadounidense nacido en Corea del Sur conocido por sus videoensayos sobre análisis de contenido audiovisual. La trama principal de la película sigue la historia de una familia que intenta reparar a su inteligencia artificial dañada en un mundo postapocalíptico conectado por la tecnología y la naturaleza.
Alexandra Schaller, a cargo del diseño de producción y por lo tanto del aspecto de los escenarios, imaginó un futuro que traduce estas consideraciones: Desde la casa familiar que recupera el diseño original de una vivienda de Joseph Eichler de la década de 1960, pasando por la importancia del espacio exterior junto a un gran árbol que captura todas las atenciones, hasta cada uno de los materiales presentes que tuvieron entre sus consignas ser no desechables, renovables o biodegradables.
La arquitectura de interiores es, sin duda, mucho más que la composición de ambientes estéticamente atractivos. Desde materiales de construcción y condiciones térmicas hasta revestimientos y mobiliario, cada decisión de diseño afecta directamente el confort del usuario. Sin embargo, esta relación diseño-bienestar es más evidente a nivel de unidad de vivienda, más aún cuando los más de dos años de pandemia han obligado a muchos a pasar más tiempo en sus casas. Esto ha posicionado al hogar como protagonista de la renovación de espacios, transformándose en un ambiente dedicado a la tranquilidad y la salud. El bienestar no es, por lo tanto, una simple tendencia pasajera. Si bien pasó a primer plano impulsado por la pandemia, hoy es un movimiento de diseño que está aquí para quedarse –y al que cada material o producto debe responder.
"Trébol y Carmesí" es una exposición que conjuga fotografía y paisajismo para presentar un diario visual que no se presenta como un proyecto homogéneo, nos remite a aquella “maleza silvestre”, una conjunción de la naturaleza con la urbanidad donde cada instante se presenta como un “no-lugar”. Ligado a lo anterior, se creó una intervención in situ con Carla Hernández (@dealerdeplantas) para habitar de manera arquitectónica y orgánica la muestra desde la conjunción urbs-natura-civitas ligado a la producción fotográfica de Erick Conceka.
CityMakers está trabajando con Archdaily para publicar una serie de artículos, conversaciones y entrevistas con los diferentes actores de la coproducción de ciudad que están detrás del CityMakers Barcelona Lab 2022, un evento que tendrá lugar del 14 al 18 de Noviembre. En esta ocasión, Víctor Torres, Arquitecto y Máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental por la Universidad de Barcelona, nos presenta su artículo "Renaturalizar la Ciudad desde la escala más pequeña: El Barrio".
Uno de los grandes desafíos que deben afrontar día a día arquitectos y arquitectas al momento de proyectar comienza desde la determinación del sitio donde implantar el proyecto arquitectónico. Esto trae consigo el análisis y estudio de una serie de factores que involucran desde el asoleamiento, la topografía, la vegetación circundante, el contexto y demás, todas variables que son capaces de guiar y/o definir el rumbo de la arquitectura a desarrollar.
A medida que la crisis climática se agudiza y las consecuencias de la pandemia siguen siendo evidentes en la vida cotidiana, temas como la sostenibilidad y la salud se mantienen más relevantes que nunca. Esto explica la tendencia del diseño biofílico, que se caracteriza por poner en contacto la arquitectura – y, por ende, al usuario – con los beneficios propios de la naturaleza: el confort, la calma y el bienestar.
La demanda, en consecuencia, se ha centrado en objetos y materiales capaces de llevar la naturaleza al interior, ya sea en forma de elementos decorativos, vegetación e incluso revestimientos para pisos y muros. Sin embargo, para asegurar su funcionalidad en un espacio interior, lo ideal es que un producto combine aquel aspecto natural con cualidades prácticas como la resistencia y la facilidad de mantenimiento.