La piedra, como material de construcción, ha sido fundamental desde las etapas iniciales de la sociedad humana, presente en diversas formas en nuestro entorno. Desde estructuras adinteladas hasta robustos muros de piedra seca, su presencia arraigada en nuestro entorno y en las primeras construcciones ha sido evidente. Alvar Aalto destacó este hecho, al afirmar que esta arquitectura temprana podría considerarse la "genialidad del descubrimiento", ya que en aquel entonces, la naturaleza era la única proveedora de materiales de construcción.
Con el paso del tiempo y el refinamiento de los procesos para transportar, manipular y trabajar la piedra, este material se ha convertido en uno mucho más noble y fácil de manejar. Si bien conserva sus características fundamentales, ahora es posible ampliar su aplicación como revestimiento —principalmente en baños y cocinas— utilizando piedras de menor tamaño, conocidas como pebbles (guijarros). Esto las convierte en un elemento del diseño que integra un interés visual y una nueva experiencia táctil, añadiendo así una dimensión adicional a su uso.
Las mallas de piedra pebbles son conocidas por su capacidad para integrar una textura suave y armoniosa, especialmente en espacios como baños y cocinas. Estas mallas de 30cm x 30cm x 1cm, colocadas sobre una base de fibra de vidrio, contienen en promedio 50 piezas y son flexibles para adaptarse a la superficie sobre la que se instalan. Son recomendables como revestimiento tanto para interiores como para exteriores en diversas tipologías de proyectos, pudiendo instalarse en superficies planas, curvas o con relieve.
Las pequeñas piedras que conforman este revestimiento son seleccionadas cuidadosamente y pasan por un proceso de rectificado que garantiza un acabado suave. De esta manera, la combinación de las cualidades intrínsecas de la piedra, su textura y las diferentes opciones de color disponibles, desde el Basalto más oscuro hasta el canto Rodado blanco más claro —y sus combinaciones intermedias—, generan distintas atmósferas de acuerdo al carácter que se busque dar al espacio interior.
Cada uno de los modelos presenta tonalidades que evocan distintos ambientes naturales. Por ejemplo, el recubrimiento de canto rodado blanco, compuesto por piedras en tonos claros, refuerza la conexión que la piedra tiene con los ríos, de donde es recolectada. De manera similar, el uso de blancos y beiges crea un aspecto que evoca la sensación arenosa de la playa. Estas tonalidades pueden ser empleadas en ambientes como los baños, para generar una sensación serena en el espacio.
Escalando en las tonalidades, el verde Borneo aporta una sensación vegetal natural, reminiscente de la isla de Borneo en el sureste asiático. Tonos como este pueden funcionar como elementos de diseño potentes al recubrir un muro completo, creando contrastes con elementos de colores más claros y generando composiciones interesantes en el interior.
En la gama de grises, tonos como el basalto negro, andesita y black lava exhiben una textura característica de las piedras volcánicas, lo que demuestra que las pebbles tienen un carácter ambivalente. Transitan desde tonalidades que reflejan calma hasta las más oscuras, otorgando un carácter sobrio.
Considerando también aspectos de durabilidad, entre las cualidades técnicas se destaca la baja absorción de calor de las mallas de pebbles. Esto implica que incluso en aplicaciones exteriores, la temperatura del material se mantiene uniforme. Esta característica, combinada con el proceso de rectificado, hace que sean confortables al tacto. En cuanto a la seguridad en su uso, el material no es resbaladizo, lo que convierte su aplicación en pisos en una estrategia de diseño para desarrollar una atmósfera natural y, al mismo tiempo, segura.
Finalmente, para el mantenimiento y conservación de las mallas en óptimas condiciones, se recomienda humedecer la superficie y limpiarla con una solución alcalina suave o detergente neutro mezclado con agua. Especialmente en el caso de su uso en albercas o en aplicaciones sumergidas, se recomienda mantenerlas siempre llenas de agua para evitar la oxidación debido a la humedad ambiental y los cambios de temperatura.
Independientemente del contexto en el que se utilicen, las mallas de pebbles representan una fusión entre las características tradicionales en el uso de piedra natural, que están profundamente arraigadas en el diseño arquitectónico desde sus inicios, y los nuevos procesos y tecnologías para trabajar con estos materiales. Aunque las piedras en bruto encontradas en la naturaleza inicialmente pueden parecer robustas y difíciles de manejar en interiores, conservan una delicadeza atractiva gracias a su aplicación en formato de malla. Además, son resistentes al envejecimiento, la corrosión y el calor.
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