En la cordillera de los Andes peruanos, a más de 3700 metros de altitud, se encuentra el puente colgante de cuerda Q'eswachaka, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. El puente tejido a mano, que une las dos laderas de una quebrada sobre el río Apurímac, se ha convertido en el último puente inca en uso que ha sobrevivido a la modernidad. Esto ha sido posible gracias a la transmisión de la cultura e ingeniería inca a lo largo de sus generaciones, las cuales renuevan el puente cada año para su conservación.