Existen tantas complejidades y contradicciones en la vida en general y particularmente en la arquitectura. Escribo esta introducción con motivo de una entrevista que sostuve en 2004 con Robert Venturi y su pareja y socia Denise Scott Brown, mientras visitaba la Universidad Tsinghua de Beijing, donde fui invitado a dar clases este otoño. ¿Fue una simple coincidencia cuando justo antes de abandonar mi departamento en la ciudad de Nueva York, tomé un número de 2001 de la revista Architecture que mostraba a Venturi en su portada citando: "No soy y nunca he sido posmodernista"?
Me enteré de la muerte de Venturi la semana pasada en mi primer día como profesor en Tsinghua; la noticia llegó cuando los estudiantes y yo discutíamos sus propuestas para mejorar el campus. En otra extraña coincidencia, Venturi y Scott Brown, justo antes de nuestra entrevista, habían estado trabajando en su propia propuesta para el mismo campus. Fue una sorpresa agradable y agridulce escuchar a mis alumnos hablar de liberar el campus de la misma manera en la que las complejidades y contradicciones en la arquitectura de Venturi atacaron la dominante arquitectura del minimalismo y la abstracción hace más de 50 años.
Las ideas de Scott Brown y Venturi no se materializaron en este campus, pero su pensamiento analítico y a menudo rebelde influyó enormemente en la forma en que los estudiantes aquí y los arquitectos de todo el mundo abordan la arquitectura. Fue Venturi quien liberó nuestra disciplina y animó a hacer nuestras propias preguntas, a alejarse de todo tipo de dogmas y provocar ideas de hibridación. Lo que sigue es un extracto de mi conversación con los arquitectos en su oficina en Filadelfia hace 14 años.