Muros ciegos que hablan: una intervención de gran impacto se nos viene; por su historia, su extensión y su relevancia.
La Vía Expresa de Paseo de la República tiene más de 50 años de construida habiendo sido inaugurada en 1967. Su trazo coincidentemente tiene su origen en unas de las ramificaciones principales del Qhapac Ñam (Camino Inca) que cruzaban el valle del Rímac. Es uno de los ejes más importantes de la ciudad de Lima atravesándola de norte a sur por los distritos de Lima Centro, Lince, La Victoria, San Isidro, Surquillo, Miraflores y Barranco a lo largo de 66 cuadras. Popularmente conocida como el zanjón, por ser una larga autopista a desnivel como una gran "zanja"; en un principio se creía que la poca cantidad de autos no justificaba su construcción, y ahora quien nos viera. Además de albergar a todo lo largo el recorrido de la ruta del Metropolitano, largas filas de vehículos a todo ancho se congestionan en las horas punta.
Hoy el zanjón luce muy gris al ser una de las evidentes muestras del concreto en Lima. Aunque antes también fue escenario para que los artistas hicieran mosaicos, de los cuales algunos fragmentos perduran hasta hoy, esto luce descuidado entre espontáneos graffitis. Cabe recordar que en los murales-mosaico de la Vía Expresa intervinieron Fernando de Szyszlo, José Carlos Ramos, Bárbara Kukier y Enrique Bustamante. En la época de los 80, el entonces alcalde de Lima Eduardo Orrego respondió positivamente a la construcción del “mural más grande del mundo” que abarcaría el recorrido del Paseo de la República desde la Plaza Grau hasta la salida a Barranco. Esa ambición venía desde aquellos lares, y quedó pendiente al quedar inconclusa esta obra.