Las ciudades contemporáneas y los asentamientos urbanos se manifiestan como estructuras complejas que demandan una reflexión profunda y un enfoque cuidadoso. Los modelos sociales y las disposiciones espaciales dentro de ellos están en constante evolución, transformándose con el tiempo. En este contexto, surge una pregunta crucial: ¿Cuál es el modelo predominante para las ciudades hoy en día? Muchas ciudades contemporáneas resultan de un paradigma que alcanzó su apogeo en el siglo XIX, caracterizado por una densificación intensiva y una urbanización en respuesta a necesidades que no siempre reflejaban a sus habitantes.
En algunos casos, debido a las transformaciones experimentadas por las grandes ciudades, ciertos sectores urbanos han caído en desuso, convirtiéndose en espacios residuales o alejándose de propósitos orientados al desarrollo comunitario. Reconocer que las personas son la fuerza impulsora detrás de la dinámica de las ciudades y los asentamientos humanos es imperativo para reclamar estos espacios. Con este fin, enfoques teóricos como el propuesto por el derecho a la ciudad de Henri Lefebvre y la ciudad de los 15 minutos se presentan como alternativas. En estas ocasiones, las personas recuperan el enfoque, convirtiéndose en elementos clave en el diseño y permitiendo el restablecimiento de un vínculo comunidad-persona-espacio.