El proyecto desarrollado por el arquitecto Misael Riquelme en Teno, Chile, comprende la renovación de una capilla que forma parte de una red de pequeños edificios religiosos que operan en el territorio rural como eje de unión y cohesión social entre comunidades.
Con operaciones puntuales y sencillas, el proyecto logra rescatar las cualidades del edificio existente, pero al mismo tiempo flexibiliza sus condiciones espaciales para que pueda albergar todo tipo de propósitos colectivos más allá de la asamblea religiosa tradicional, convirtiéndose en una extensión de la sala de estar de las viviendas del sector.