Durante los años 80 hubo una gran crisis industrial en toda España. Esta crisis afectó gravemente a Bilbao provocando el cierre de muchas de las empresas que trabajaban en el entorno de su río. Frente a esta situación se tuvo la oportunidad de recuperar la río para la ciudad y desarrollar una nueva estrategia urbana para una de las ciudades más importantes del norte de España.
Este río estuvo muy contaminado y degradado debido a toda la actuación industrial de los astilleros, altos hornos y grandes almacenes de contenedores. La actuación urbana devolvió estos antiguos espacios a la ciudad para impulsar desde él un nuevo modelo de crecimiento. En estos espacios renovados se construyeron grandes obras representativas como el Museo Guggenheim, el Puente Peatonal del Campo del Volatín o el propio Palacio Euskalduna del que vamos a hablar a continuación.