El lanzamiento de un edificio en el centro de São Paulo causó cierto espanto por el tamaño de sus apartamentos: sólo 10 metros cuadrados. Esto levantó el debate sobre la tendencia del mercado de producir viviendas cada vez menores y la capacidad de estos inmuebles de atender a las necesidades de sus habitantes.
No hay duda de que, por un lado, ese producto inmobiliario se relaciona con las formas de vivir de las nuevas composiciones familiares. Es cada vez más común que las residencias sean ocupadas por una sola persona o, como máximo, dos. De acuerdo con datos de la Fundación SEADE para 2010, en el Estado de São Paulo son casi el 40% los domicilios que tienen esa característica, siendo el 13% de hasta una persona.