¿Qué es la inercia térmica y cómo funciona? Pensemos en dos edificios sencillos, uno construido principalmente con piedra y otro con madera sin aislamiento. En un día soleado, el edificio de piedra, con alta inercia térmica, absorberá gradualmente el calor solar. Durante la noche, liberará lentamente el calor almacenado, manteniendo el interior más cálido por más tiempo. Mientras tanto, el edificio de madera sin aislamiento, de baja inercia térmica, se calentará y enfriará más rápidamente, absorbiendo con rapidez el calor durante el día pero perdiéndolo fácilmente durante la noche.
A través de este ejemplo, podemos notar cómo el edificio de piedra presenta una mejor capacidad para regular la temperatura interior debido a su mayor inercia térmica. Esta propiedad física de los materiales es utilizada por los arquitectos para optimizar el rendimiento térmico de los edificios y reducir la necesidad de sistemas de calefacción o refrigeración. Sin embargo, cada caso es diferente y los niveles de inercia térmica requeridos pueden variar según el clima y el uso de cada edificio.
Revisemos cómo funciona la inercia térmica de algunos materiales en distintos escenarios, así como la contribución de los revestimientos cerámicos o porcelánicos para lograr un nivel óptimo de confort.