Luego de casi sesenta años, la importante obra del maestro Rogelio Salmona por fin parece hacer las paces con su entorno. La reciente renovación del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) persiguió el sueño del arquitecto de algún día poder coser la herida que abrió la calle 26 al Parque de la Independencia en el centro de Bogotá. Hoy, los encargados de la intervención, cuentan con orgullo como fue el proceso de darle una nueva cara al edificio para acercarlo a la ciudad, al mundo del arte y a las demás obras de Salmona dentro del mismo parque.
Por mucho tiempo, el edificio ha sido uno de los elementos aislados entre estacionamientos, así como ha sucedido con la Biblioteca Nacional y el adyacente Edificio Embajador. De manera que el objetivo principal de la renovación fue afianzar los lazos con los peatones y su entorno, así como, reconfigurar algunos espacios para sus visitantes.