Los arquitectos Rafael Pina y Nicolás Maruri, desde el Colectivo ARKRIT, reflexionan sobre los campos de fútbol en medio de las localidades de adobe y tapial en Alto Atlas, Marruecos. Espacios que apenas han trasformado el territorio, se integran y funden en la topografía al realizar modificaciones y acciones mínimas para su único y simple objetivo; jugar.
Para construir es necesario movilizar recursos materiales y medios humanos y, necesariamente, transformar el territorio. Construir utilizando lo disponible es una posición que puede venir impuesta por una actitud ética, pero también por una situación de necesidad. El resultado, en ambos supuestos, suele ser económico y adecuado. El consumo de recursos es mínimo y su adaptación al medio una consecuencia natural.