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En un caso parecido al ocurrido con el Mall de Castro en Chiloé, Chile, la conclusión de las obras de un gigantesco edificio de casi 50.000 metros cuadrados -diseñado por el catalán Ricardo Bofill-, está siendo puesta en jaque por el Consejo de Estado de Salerno, Italia, donde se emplaza. El proyecto “Crescent de Salerno” se compone de un gran foro semicircular rodeado por una media luna de 30 metros de altura, que incluye unas 150 viviendas (evaluadas en 13.000 euros por m2), oficinas, hoteles y locales comerciales, sumando 150 toneladas de hormigón. El edificio de uso mixto se enmarca dentro de una gran intervención urbana de 220 millones de euros, sumándose a las propuestas de Santiago Calatrava, David Chipperfield, Jean Nouvel y Zaha Hadid. “La sentencia inapelable del Consejo considera infundadas las autorizaciones obtenidas al principio de las obras. Significa que el edificio es ilegal. La ley prohíbe construir en zonas costeras como la elegida para el Crescent. Así que la única vía legal es el derrumbe” comenta el abogado Pierluigi Morena, presidente de la plataforma ciudadana Nocrescent. “Este fallo es un éxito para nosotros porque reconoce que estropea el paisaje como muchas de las obras impuestas a los ciudadanos. (…) Este bloque enorme justo cierra la perspectiva de la parte más bonita y querida por los vecinos. Antes, entrando al puerto desde el mar se podía admirar buena parte del casco antiguo con sus palacios y callejuelas. Por tierra, mirando hacia el norte, en el paseo marítimo se abarcaba la bahía de Amalfi. Las dos panorámicas están tapadas por la construcción”. * Revisa más detalles del polémico caso en la nota publicada por Lucia Magi en el Diario El País.

Los arquitectos Eugenio Ortúzar y Edward Rojas (( Edward Rojas (55) es Arquitecto Universidad de Chile y radicado en Chiloé desde hace 30 años. Ha recibido numerosas distinciones por su desempeño profesional, académico, artístico y cultural con además una vasta experiencia en el trabajo de la madera dentro e la Isla.)) han compartido con nosotros la siguiente carta, que busca poner en el debate la construcción del nuevo Mall en Castro (ver noticia publicada el año pasado), el cual ha tenido a toda la comunidad arquitectónica debatiendo desde que se revelaran algunas fotos el día de ayer. En ella exponen su preocupación por los proyectos de este tipo, que pasan a llevar el escaso patrimonio construido chileno y en los que el contexto es dejado totalmente de lado con un fin económico.

Como arquitectos, ¿Cuál es nuestra palabra frente a esto? ¿En qué estamos fallando para que este tipo de proyectos se sigan construyendo?

A continuación la carta relacionada a este polémico proyecto.

La inmobiliaria Paz Corp anunció el pasado 25 de julio el inicio de tramitación para obtener la primera certificación LEED® a nivel latinoamericano para un edificio residencial. Certificación que hasta ahora sólo han conseguido edificios de oficinas, hotelería y retail.

Nombre: Condominio Altos del Loa Oficina de Arquitectura: Valle Cornejo Arquitectos Ltda. Arquitectos: Andrés Valle Florsheim, Marcelo Cornejo Gómez Colaboradores: Daniela Müller, Oscar Contreras Calculista: Gonzalo Araya Ubicación: Av. Francisco Bilbao # 740, Calama, II Región Superficie del Terreno: 10.000 m² Superficie construida: 5000 m²

Año proyecto: 2007 – 2008 Año de construcción: 2008 Mandante: Inmobiliaria Francisco de Bilbao S.A. Constructora: Serinco Ltda. Materiales predominantes: Hormigón Armado y tabiquería interior de Metalcon Fotografías: A. Valle

3 nuevos edificios de oficinas se encuentran actualmente en construcción en Santiago de Chile.

Ante la alta tasa de vacancia (( metros cuadrados desocupados divididos entre el total de superficie disponible para la renta )) de oficinas durante el año 2007, las empresas inmobiliarias reaccionaron, con la construcción de varios nuevos proyectos, cuya apertura esta programada para 2008 y 2009, año en que se alcanzará el equilibrio en la vacancia y precios. A esta reacción ante la baja disponibilidad que alcanzó el mercado de oficinas el año pasado se suma el impulso dado por el ingreso de capitales inmobiliarios internacionales y la venta en verde, que alcanza un 60% de los metros cuadrados edificados. Para ilustrar esta expansión, cifras del mercado: “a comienzos de 2007, la oferta de estos inmuebles en las comunas de Las Condes, Providencia, Santiago y Vitacura era levemente superior a los 11.000 metros cuadrados, durante los últimos tres meses se registró un aumento de 55% en la oferta (aproximadamente 5.000 m² más), cerrando el año con 16.999 m² disponibles para oficinas, según el informe anual de la consultora GPS Global Property Solutions” (( Diario Financiero, 29/1/2008, link ))

Las oficinas demandadas, del tipo A – oficinas top – “cumplen con altos estándares de construcción, en buenas ubicaciones, con plantas libres de a lo menos 300 metros cuadrados y con tecnología aplicada a la seguridad y funcionamiento del inmueble” (( Diario Financiero, 20/06/2006, link ))

Los tres edificios que mostramos se insertan en este contexto de escasez de oficinas y la subsiguiente oferta de ellas.

La idea detrás de YOO es bastante simple. Vender proyectos inmobiliarios sobrevalorados de la manera mas rápida posible, utilizando la imagen y el magnetismo de la superestrella del diseño Philippe Starck…

…o al menos esa es una manera de verlo.

Otra manera bastante menos despectiva de entender su trabajo tiene que ver con una de las máximas que los mueve y que es la convicción de que el diseño creativo puede agregar valor al desarrollo inmobiliario. Y diseño entendido no sólo como la elección de muebles y del color de las cortinas, sino que en un sentido mas amplio, comenzando con el desarrollo de un concepto, pasando por el diseño arquitectónico, el diseño de interiores y el marketing comunicacional, cubriendo así el proyecto en su totalidad.

En la comuna de Vitacura se emplaza este edificio de departamentos en construcción, proyectado por Gonzalo Mardones. Se trata de un edificio de tres pisos de altura más uno retirado, con un total de 7 departamentos. Como se señala en la memoria del edificio:

“el volumen del edificio no acusa los límites de cada departamento hacia el exterior. Se muestra como una composición hecha desde la suma de distintos, llenos y vacíos, de ventanas, terrazas, vanos, vigas, etc.”

La altura propuesta por la ordenanza local y la solución alcanzada en la disposición de los departamentos apuntan a una integración con el entorno, a la altura de los árboles, en consonancia con terrazas y jardineras del edificio una vez que éste se habite.