Barcelona es una ciudad ideal, con una sorprendente y extensa oferta cultural, barrios coloridos llenos de vida, kilómetros de playas y un tiempo idílico que perdura durante todo el año. Pero, sin lugar a dudas, es su arquitectura la que se convierte en una visita obligada tanto para visitantes como ciudadanos: la Sagrada Familia, Parque Güell o la Casa Milà son algunos de los ejemplos arquitectónicos más conocidos y, por tanto, los más visitados por los turistas que llegan diariamente a esta magnífica ciudad.
Aunque es cada vez mayor el interés por conocer la arquitectura que se esconde tras los grandes iconos y símbolos arquitectónicos de la ciudad, son muchos los turistas que no visitan o simplemente desconocen obras contemporáneas brillantes como puede ser el Museo Can Framis del arquitecto Jordi Badia o la reciente restauración de la Sala Beckett de los arquitectos Flores i Prats, la cual obtuvo una mención por parte del jurado del reciente Premio de Arquitectura Española 2017.