Encender o apagar la luz de un espacio es parte de la cotidianidad de las personas. Esta operación –casi automática para la sociedad– se da a partir de la acción de un interruptor, el cual se define como un dispositivo que se encarga de desviar o interrumpir el flujo de corriente eléctrica. Considerando que su presencia es necesaria para el día a día, ¿cómo combinar la estética con la funcionalidad de un interruptor?
Así como nuevas tendencias juegan con la incorporación de instalaciones y equipamiento dentro de la estrategia de diseño interior, la nueva gama de interruptores de luz combina su funcionalidad con la diversidad estética acorde a la personalidad de cada espacio. Su adaptación a diferentes estilos se alcanza mediante la composición de tres factores: la elección de materiales, colores y formatos. Revisemos las opciones disponibles, tomando como base el catálogo de GIRA.