Decidí hacer arquitectura de forma bien inocente después de haber hecho varios test vocacionales que encontré en Google. Cuando descubrí que era una de las carreras más concurridas en las universidades públicas brasileñas, pensé en abandonarla, pero ya estaba enganchada en la historia de la arquitectura y su rol social.
Sin embargo, nada es perfecto. Arquitectura y Urbanismo son de las carreras más elitizadas en las más renombradas universidades brasileñas y eso también se refiere a su situación fuera de las salas de clases. El arquitecto pasó a servir a los más ricos, dejando de lado las necesidades urbanas y de los más pobres.