Las fachadas de ladrillos de vidrio han surgido como una tendencia arquitectónica fusionando la elegancia perdurable del vidrio con la resistencia robusta de los ladrillos. Al mismo tiempo, los ladrillos de vidrio también pueden ser más resistentes térmicamente que los acristalamientos convencionales.
Estas fachadas añaden un efecto pixelado que juega con la luz y la sombra, transmitiendo perfectamente la luz, al tiempo que mantienen la privacidad. La forma en que las fachadas de ladrillos de vidrio suavizan y mezclan las vistas del exterior puede aumentar la calma y la concentración. Desde elegantes edificios comerciales hasta proyectos residenciales de vanguardia, las fachadas de ladrillos de vidrio continúan empujando los límites de la innovación arquitectónica, cautivando tanto a diseñadores como a observadores por igual.
Con más de 11.000 años de historia, el ladrillo es uno de los materiales de construcción más antiguos. Es más, reemplazando los bloques de barro secados al sol, los romanos fueron los primeros en experimentar con masas de arcilla cocida en nuevas formas constructivas como arcos, bóvedas y cúpulas. Si bien las dimensiones y métodos de fabricación de este pequeño módulo han evolucionado a lo largo de los años, sus componentes y clásica forma rectangular han experimentado pocos cambios, en especial considerando su larga historia. La explicación es simple: el ladrillo, con su calidez, versatilidad y destacadas propiedades estructurales, es un material atemporal que no pasa de moda.
Generalmente, se conocen como bloques de termoarcilla a los ladrillos cerámicos fabricados a base de arcilla y agregados secundarios (que suelen ser esferas de poliestireno expandido u otros materiales granulares). Estos agregados secundarios poseen un papel muy relevante en la producción del mampuesto ya que, durante su cocción (que se realiza a más de 900 °C), los mismos atraviesan un proceso de gasificación que le otorga porosidad al material, disminuyendo la densidad del bloque y aportándole ligereza (a raíz de esto, en algunos países se los conoce popularmente como bloques de arcilla aligerada). Esta condición porosa es la que permite mejorar ciertas condiciones del bloque como su aislamiento térmico y acústico, incrementando sus ventajas respecto a otros materiales similares.
La abundancia, resistencia y economía del ladrillo ha permitido que se posicione como uno de los materiales propios e identitarios de la cultura arquitectónica española - y hasta infaltable cuando hablamos de su arte mudéjar. Ha proporcionado desde espacios exteriores de forma más protegida hasta entramados variables que permiten el ingreso del aire y la luz natural, especialmente en un territorio donde las construcciones tienen permitidas ser inherentes al paso del tiempo.
Con este motivo, seleccionamos viviendas contemporáneas de ladrillo a la vista en España, junto a las lecciones que nos dejan sus autores sobre cómo usar el material.
El último año fue quizás el periodo de tiempo que más hemos pasado habitando los espacios destinados para nuestra vivienda. Quizás no sea el último, y definitivamente los habitamos dando cabida a actividades para las cuales no fueron proyectados principalmente. Sin embargo, las prácticas arquitectónicas toman otras decisiones al momento de proyectar que van más allá de su programa. Bien sea por el contexto o emplazamiento, el diseño espacial o materialidad específica, toman estos parámetros como determinantes proyectuales.