Se trata de un gimnasio en Bagdad descubierto por un investigador francés. Fue construido en 1982, 17 años después de la muerte del arquitecto.
Este macizo de concreto al este de la capital ha dado cobijo a generaciones de desportistas iraquíes, sin embargo, durante la guerra con Estados Unidos el espacio fue utilizado por tropas americanas y ha permanecido vacío desde aquel entonces.
Casi nada se conocía de este edificio hasta que la investigadora Cecilia Pieri junto al Instituto Francés de Oriente Próximo, descubrieron su procedencia mientras trabajaban en una tesis de arquitectura moderna en Bagdad. Quienes ahora han unido fuerzas con la Fundación Le Corbusier, la Universidad de Bagdad, la Unesco y la Embajada de Francia para dar a conocer su difícil situación a través de un libro y una conferencia.