Los investigadores del Self-Assembly Lab del MIT han desarrollado recientemente un material adaptable que reacciona en respuesta a los cambios de temperatura. Conocido como Auxetics Heat-Active, el material funciona de manera similar a los poros en la piel humana, apretando y aflojando según la exposición a distintas temperaturas.
Al diferencia de la mayoría de los materiales comunes, que tienden a adelgazarse cuando se les estira, esta tecnología se expande en todas las direcciones y se contrae completamente cuando se comprime. Esto proporciona mejor aislamiento en condiciones más frías y un flujo de aire y una ventilación adicional frente a temperaturas más altas, todo dependiendo de la porosidad del material.