Los comedores al aire libre han demostrado ser una especie de salvavidas para los restaurantes, ya que habitar los interiores públicos siguen estando muy lejos del alcance de las personas en este punto de la crisis por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, frente a mandatos restrictivos, los arquitectos, planificadores y restauradores de Estados Unidos se han visto obligados a idear formas creativas de mantener clientela activa sin riesgo de contagio en áreas de comedor al aire libre estéticamente agradables.