Según los registros escritos que nos han permitido estudiar la historia de la humanidad, la "prehistoria" puede definirse como el período de tiempo abarcado entre el 35.000 a.C. y el 3.000 a.C. en el caso del Oriente Medio –en el caso de Europa occidental, se extiende hasta el o hasta el 2.000 a.C.-. Según lo que se pudo observar y registrar, los antiguos constructores ya tenían un profundo conocimiento de las condiciones ambientales y de las necesidades físicas del ser humano. Inicialmente organizados en grupos o tribus, los humanos utilizaron estructuras construidas con piel y huesos de animales para protegerse del clima y las amenazas del mundo exterior. Miles de años más tarde, las primitivas cabañas evolucionaron hasta convertirse en complejas estructuras construidas en ladrillo o barro, asumiendo formas geométricas más definidas con aberturas intencionalmente generadas para permitir la ventilación e iluminación natural de los espacios interiores.
Durante los próximos meses, publicaremos en ArchDaily artículos cortos enfocados en la historia de la arquitectura que pondrán en evidencia los procesos de evolución que ha sufrido el hábitat desde los tiempos primitivos hasta la actualidad. Durante esta primera semana, dedicaremos parte de nuestro tiempo a reflexionar sobre las estructuras de las primeras civilizaciones conocidas por la humanidad: las aldeas del Neolítico, la Mesopotamia y el Antiguo Egipto.