Humedades por filtración, por condensación, por fugas o roturas de tuberías; fisuras y grietas en tabiques, fachadas, columnas o vigas; corrosión, deformaciones y desprendimientos son algunas de las más comunes patologías que pueden afectar a un edificio a lo largo de su vida útil y que son necesarias detectar para poder subsanarlas y mantener el buen estado del edificio previniendo cualquier tipo de accidente o siniestro.
En este sentido, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha presentado su primera campaña de concienciación ciudadana bajo el título ‘Arquitecto de la Casa’, con el objetivo de sensibilizar sobre la necesidad, y las ventajas, de conservar los edificios de forma permanente, siendo los más cualificados para ello los arquitectos especializados.