Al organizar los elementos, materiales y colores de un diseño arquitectónico, los arquitectos pueden guiar con éxito a los usuarios a través de una habitación y sus diferentes espacios, creando así una trayectoria fácil y sin interrupciones para quienes la habitan. Al explorar estrategias innovadoras para crear nuevas formas de organizar un espacio, la arquitectura puede usar el color para impulsar ciertos aspectos del esquema de un proyecto. El uso del color en el diseño arquitectónico combina diferentes factores más allá de las preferencias estéticas al afectar también las emociones y el comportamiento del usuario. Antes de lanzarse a la selección de colores, el proceso de diseño implica ciertas tomas de decisiones, como qué elementos arquitectónicos resaltar, si hay una zonificación o división de espacios dentro del uso de colores, la creación de puntos focales y la consideración de cómo cada color está asociado a un estado de ánimo determinado.
Con un desglose de cinco proyectos de arquitectura, el siguiente artículo analiza cómo se aplica el color como estrategia de diseño para definir espacios a través de tres categorías: estructura, elementos y objetos, y definición de espacios.
El color en determinados lugares tiene el gran valor de hacer que los contornos y los planos estructurales parezcan más enérgicos - Antoni Gaudí