Sabemos que el edificio más alto del mundo es el Burj Khalifa, un rascacielos que alcanza los 828 metros con 163 pisos, ¿pero sabías que a fines del siglo XIX se le llamaba rascacielos a un edificio con 10 pisos?
En las últimas décadas la competencia por el título del edificio más alto se ha acelerado y ha cambiado de programa. Si antes las estructuras religiosas definían el skyline de las ciudades, ahora son aquellas dedicadas a oficinas y comercio.