
Hogar de vastos elementos geográficos tales como el desierto de Gobi, Mongolia no es un país asociado con su entorno urbano. Pero luego de las reformas económicas tras la retirada de la Unión Soviética en 1990 y el descubrimiento de vastas reservas de carbón, oro y cobre, una gran parte de la sociedad históricamente nómada de Mongolia recientemente ha comenzado a asentarse, sobre todo en la capital, Ulaanbaatar, donde casi la mitad de los 3 millones de habitantes del país ahora viven.