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Paula Pintos
Arquitecta radicada en Buenos Aires. Desde 2019, forma parte del equipo de contenido de ArchDaily. Como editora, ha estado involucrada en el desarrollo de narrativas y críticas arquitectónicas, así como en la curaduría, comunicación y entrevistas en el ámbito de la arquitectura, colaborando con arquitectos de todo el mundo para mostrar su trabajo en línea.
Este miércoles 9 de octubre abrirá al público la 19ª edición de la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires. El evento, que se llevará a cabo nuevamente en el Faena Art Center, se extenderá hasta el domingo 13 de octubre. Durante cinco días, la ciudad será el escenario de reflexiones sobre sustentabilidad, medio ambiente y las nuevas tecnologías aplicadas a la arquitectura y el diseño. Además de la exposición central, el programa incluirá conferencias internacionales, workshops y diversas instalaciones distribuidas en varios puntos clave de Buenos Aires.
Uno de los mayores desafíos actuales en las grandes ciudades es la crisis habitacional y la falta de soluciones eficientes para mitigar sus efectos en los ciudadanos. Este problema se agrava en ciudades donde el turismo y la vivienda vacacional o temporal predominan en el mercado, alejando a los habitantes locales de la posibilidad de acceder a una vivienda en zonas urbanas y asequibles. Además, la gentrificación, impulsada por el aumento de alquileres y la especulación inmobiliaria, contribuye al desplazamiento de las comunidades locales, transformando barrios tradicionales en zonas orientadas exclusivamente al consumo turístico.
España, con su vasto territorio y notable diversidad de paisajes, ha sido un referente en el desarrollo de infraestructuras exteriores, tanto en áreas urbanas como rurales. El turismo ha jugado un papel clave en este proceso, con un enfoque en la creación de espacios que maximicen el disfrute del entorno natural y la integración de los paisajes locales en las áreas urbanizadas. Esto ha dado lugar a intervenciones que van desde la creación de paseos marítimos, miradores y parques naturales, hasta proyectos de parques urbanos en distintas ciudades. Además, el crecimiento urbano ha impulsado la creación de infraestructuras verdes como jardines botánicos, senderos ecológicos y reservas que buscan proteger el entorno, mientras se abren al público de manera sostenible.
Seleccionado como una de las mejores nuevas prácticas de arquitectura por ArchDaily en 2024, Estudio Rare se define a sí mismo como un espacio experimental interdisciplinario. Con sede en la ciudad de Córdoba, Argentina, sus tres socios fundadores, Agustín Willnecker, Iván Ferrero y Mateo Unamuno, se conocieron mientras cursaban sus estudios en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba. Con una trayectoria joven pero notable, el equipo de Rare ofrece una visión libre y dinámica del diseño, la arquitectura y la construcción. Sus obras, independientemente de la escala o el encargo, muestran una estrecha relación con el arte, reflejando los diversos intereses y formaciones personales de cada uno de los integrantes del equipo y sus colaboradores.
Resistiendo un contexto adverso y sorteando sus restricciones, emerge el Grupo Finca, un colectivo que investiga la práctica de la arquitectura desde una dimensión artística y pedagógica en La Habana, Cuba. Dada la complejidad de la situación política y social del país, la arquitectura informal es moneda corriente: los bajos recursos, la dificultad para conseguir materiales, los costos elevados y la falta de mano de obra calificada, entre otros, son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los profesionales independientes de la arquitectura. Sumado a la ausencia de un marco legal regulatorio que les permita trabajar en condiciones formales tanto en el mercado laboral como para obtener materiales e insumos, la construcción de arquitectura contemporánea en Cuba se ve relegada a los procesos independientes que puedan superar estos obstáculos de alguna manera.
En el año 2019, la Secretaría de Desarrollo Urbano contrató a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México para convocar a un concurso dirigido al desarrollo de obra pública de pequeña escala en regiones vulnerables del norte de México. En ese momento, los arquitectos egresados de la mencionada universidad, Gabriela Carrillo, Carlos Facio, José Amozurrutia, Eric Valdez e Israel Espín, se reunieron para participar con su propuesta a este desafío. Convencidos de la importancia de conformarse como equipo y entendiendo que la arquitectura surge en esos momentos de discusión colectiva, intercambio de ideas y posturas, y del compartir el conocimiento y la experiencia de cada uno, formaron el colectivo de arquitectura C733.
Vivir en ciudades densamente pobladas es una realidad para muchos. Mientras que los beneficios de la vida urbana, como la proximidad a servicios, infraestructura, oportunidades laborales y estilo de vida, siguen siendo altamente valorados, las viviendas han experimentado una reducción significativa en la superficie cuadrada. La tendencia hacia apartamentos más pequeños se ha vuelto cada vez más común, con el diseño interior desempeñando un papel fundamental. Reducir los metros cuadrados exige un uso eficiente del espacio y diseños inteligentes de plantas. Sin embargo, lejos de generar espacios aburridos, la creatividad en el diseño ha llevado a interesantes soluciones arquitectónicas que condensan la calidad de vida en lo que a menudo se llama un microapartamento o estudio, estudios de 40m2 o menos.
Está claro que la infraestructura educativa es clave para toda comunidad. Cuanto mejor sea la calidad de estos espacios, mejor será el aprendizaje de quienes los utilizan. Sin embargo, estos establecimientos a menudo cumplen una función mucho más abarcativa que la meramente educativa. En comunidades del Sur Global, en países como Perú o Vietnam, donde gran parte de la población vive en zonas rurales alejadas de los centros urbanos, no solo son escasos los espacios educativos, sino que también faltan puntos donde toda la comunidad —no solo los estudiantes— pueda reunirse.
Resulta sumamente interesante adentrarse en la práctica de Iván Bravo, en primer lugar, porque el recorrido hacia su obra arquitectónica nos sumerge en un vasto universo creativo a través del interés y la curiosidad del arquitecto hacia diversas disciplinas tangenciales que luego se reflejan directamente en su obra construida. Una constante reflexión sobre la metodología del hacer, los procesos, las piezas, el diseño y la materialidad confluye en una arquitectura noble y honesta.
La ciudad de Barcelona y la región se preparan para ser anfitrionas de Manifesta, la bienal nómada europea de arte, arquitectura y urbanismo, que celebrará su edición número 15 el próximo 8 de septiembre de 2024. El evento se desarrollará en doce ciudades a lo largo de doce semanas, donde una extensa lista de participantes materializarán proyectos que servirán para reimaginar el futuro a través del arte y la arquitectura.
La primera edición de Manifesta tuvo lugar en Rotterdam en 1996, y en sus 14 ediciones anteriores a lo largo de 25 años ha pasado por distintas ciudades europeas como Luxemburgo, Liubliana, Frankfurt, Donostia/San Sebastián, Trentino-Tirol del Sur, Murcia, Genk, San Petersburgo, Zúrich, Palermo, Marsella y Prishtina. Uno de los principales ejes de Manifesta se basa en la investigación crítica urbana, promoviendo la construcción de comunidades y programas culturales con una identidad local que actúen como agentes de cambio. Si bien el carácter nómada es una insignia del evento, en cada ciudad se trabaja con comunidades artísticas locales, la ciudadanía y organizaciones del lugar para llevar a cabo proyectos que puedan abordar cuestiones inherentes al mismo.
La ciudad de Buenos Aires es extensa en su superficie y posee un entramado urbano heterogéneo y variable en escalas. Gran parte de los barrios residenciales están conformados por un tejido de usos mixtos, donde las construcciones predominantes de hace varias décadas son la llamada "casa chorizo" y las viviendas de propiedad horizontal, comúnmente denominadas PH. Resulta interesante revisar cómo, a través de los años, estas construcciones han sido modificadas debido a los cambios en las normativas de edificación, que permitieron la creación de nuevas tipologías, respondiendo mayormente a nuevas formas de habitar dentro de la ciudad. La renovación de estas construcciones, muchas de ellas destinadas al uso residencial, también ha sido una respuesta consciente para evitar la sobreedificación en una ciudad ya densamente poblada. Si bien este tipo de proyectos son una práctica recurrente en Buenos Aires desde hace varios años, muchos jóvenes arquitectos de nuevas generaciones adoptan estos desafíos, generando así una tendencia que parece no tener fin y donde encontramos nuevas soluciones en cada remodelación.
Un enfoque holístico del diseño y la arquitectura se hace evidente cuando profundizamos en el trabajo de NO ARCHITECTURE, una práctica arquitectónica con sede en Nueva York, fundada por Andrew Heid en 2014. El portafolio e investigación de la firma muestran una forma integradora de construcción, con proyectos que demuestran una estrecha conexión entre el entorno construido y sus alrededores inmediatos, ya sea en paisajes naturales o contextos urbanos. Sus programas enfatizan la flexibilidad, posibilidades e inclusión, priorizando el bienestar humano por encima de todo.
Hay algo bastante emocionante en imaginar cómo un espacio particular dentro de una forma construida existente puede dictar su uso y viceversa, cómo la función de un espacio determinado puede dar forma a la apariencia del espacio y las infinitas posibilidades que esto conlleva. Este proceso recíproco es un concepto que a menudo encontramos en las obras del dúo de arquitectura experimental Davidson Rafailidis, cuyos proyectos evidencian una comprensión exhaustiva de la forma existente que resulta en un conjunto cuidadoso y reflexivo de arquitectura dinámica.
Muchas ciudades importantes de Estados Unidos están lidiando con grandes edificios industriales que han caído en desuso. Estos edificios tienen importancia histórica y arquitectónica y, a menudo, están protegidos contra la demolición. En consecuencia, los profesionales de la arquitectura enfrentan el desafío y la responsabilidad de adaptar estos edificios a las funciones contemporáneas. Optar en contra de la demolición refleja un enfoque de construcción sostenible y resalta la importancia de honrar el patrimonio construido.
El Premio Pritzker 2023 ha sido otorgado a Sir David Chipperfield, arquitecto, urbanista y activista nacido en Londres. David Chipperfield fundó su estudio de arquitectura en 1985 en Londres bajo el nombre de David Chipperfield Architects, después de haber trabajado con reconocidos arquitectos como Norman Foster, Richard Rogers y Douglas Stephen. Estudió arte y arquitectura en Kingston School of Art, de donde se graduó en 1976, y continuó sus estudios en Architectural Association School of Architecture de Londres, concluyendo en 1980. Hoy en día, David Chipperfield Architects se ha expandido para incluir oficinas en Berlín, Shanghái y la más reciente en Santiago de Compostela.
Los últimos años, el campo arquitectónico argentino se ha ido conformando por un grupo de jóvenes arquitectos que trabajan en búsqueda de una arquitectura que responda de manera innovadora a las necesidades contemporáneas y por sobre todo, a los contextos locales. Sumando además los intereses y miradas individuales, entre ellos, podemos destacar el trabajo que han ido desarrollando los arquitectos Tomás Balparda y Fernando Brunel.
Hablar con la arquitecta Marta Maccaglia sobre su trabajo, no es hablar únicamente sobre arquitectura. Cada uno de sus proyectos derivan de un modo de trabajar participativo, basado en el acercamiento y la profunda comprensión de sus usuarios en su contexto social y local, sus necesidades, el territorio y los recursos disponibles, resultando en obras que adquieren un sentido más allá que el de la propia función.