Desde los comienzos de la era moderna, ha habido una fuerte relación entre la arquitectura y el automóvil, sobre todo en la obra de Le Corbusier.
Le Corbusier estaba fascinado con su automóvil (el Voisin C7 Lumineuse), la estética de esta eficaz máquina de producción masiva, llego a influenciar profundamente sus diseños. Su enfoque en la función se traduce en la idea de que las casas deben ser "máquinas para vivir", lo que inspiró en una serie de experimentos de producción en masa; casas prefabricadas (como la Maison Citrohan). La mayoría de estos conceptos fueron luego materializados en la emblemática Villa Savoye, cuyo plano incluso fue diseñado para dar cabida al radio de giro del vehículo.