Junto a una pared o en la esquina de una habitación, la mayoría de los sofás parecen relegados a permanecer apoyados contra la única pared disponible en un espacio, preferiblemente con un televisor frente a él. Como suelen ser muebles muy grandes, pueden ser piezas complicadas de integrar en un espacio. Como consecuencia, un sofá puede terminar "endureciendo" un espacio, restringiendo el movimiento y quitando flexibilidad –un aspecto cada vez más importante para los interiores– de una habitación. Es por esto que el sofá puede considerarse una pieza ancla en el diseño de interiores: un elemento cuya ubicación probablemente no cambiará a lo largo del tiempo, y que tendrá un impacto en los demás elementos dentro de un espacio.
Los sofás modulares, sin embargo, dan flexibilidad y versatilidad a una pieza rígida. Compuestos por piezas separadas, pueden adoptar varias formas y tamaños, creando diferentes ambientes y cambiando por completo la disposición y distribución de un ambiente. En este artículo mostramos algunas opciones de sofás modulares y cómo pueden dinamizar los espacios interiores, con ejemplos de productos del catálogo de Architonic.
Ángulos rectos
Los ángulos de 90 grados son los más habituales en arquitectura, por su racionalidad y facilidad de construcción. Naturalmente, los sofás modulares que combinan ángulos rectos también son los más tradicionales, adaptándose fácilmente a la mayoría de los espacios internos. Los módulos se pueden agrupar o separar; con secciones con o sin respaldo; rectangular o cuadrada. Organizarlos en una cuadrícula simple puede permitir diseños prácticamente infinitos, lo que brinda a las personas la libertad de ser creativos.
Ángulos agudos y obtusos
Cuando los sofás se posicionan como piezas destacadas en un espacio –y si hay espacio suficiente– se puede empezar a jugar con aquellos que tienen ángulos agudos y obtusos. Normalmente ubicados en el centro de un espacio, ofrecen la posibilidad de crear nuevas rutas de circulación y formar diseños inusuales para crear microespacios, proporcionando áreas tranquilas y abiertas.
Formas complejas con un solo módulo
Unidades intercambiables para soluciones lineales o no lineales
Solo o en combinaciones complejas
Ángulos variados
Jugar con diferentes ángulos puede crear dinámicas interesantes en el espacio. Al igual que los ejemplos anteriores, también son elementos centrales en los interiores, con el poder de conformar diversidad de situaciones dentro de la estancia. Al combinar pentagramas, por ejemplo, se pueden dar muchas posibilidades de configuración o, como en el primer caso, las piezas se pueden organizar como un gran rompecabezas, que permite asiento para muchas personas, y se pueden coleccionar como un objeto cuadrado y compacto.
Círculos
Los muebles circulares hacen que los interiores sean divertidos y dinámicos. Aunque algunos no permiten encajar, usar los círculos puede dar dinamismo a los interiores, lo que puede funcionar bien en ciertos contextos más informales. Observamos que existen opciones combinando diferentes alturas y diámetros, patrones ondulados o piezas semicirculares que permiten la unión de varias formas creando formas circulares o serpenteantes.
Formas orgánicas
Los volúmenes amorfos no son exactamente geométricos, pero conforman dinámicas inusuales a los interiores, y organizan los flujos de personas de manera orgánica y fluida. Además de las formas vegetales, existe la posibilidad de trabajar con la otra dimensión, la altura de las piezas, jugando con las concavidades y convexidades, así como con la escala y las ondas, dotando a los interiores de sensación de movimiento.
Piezas abstractas individuales
Revisa otros ejemplos en la sección Modulares en Architonic.