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Arquitectos: Bastias Cardemil Arquitectos
- Área: 452 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Pablo Casals-Aguirre
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Proveedores: Hunter Douglas, Budnik, ZWCAD
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo se enmarca dentro del proyecto vial de ensanche a terceras pistas de la Ruta 5 sur, desde sector Angostura hasta Rancagua, en la zona central de Chile. Corresponde a un complejo conformado por dos edificios idénticos enfrentados entre sí y hacia la ruta, que cumplen la labor de controlar el peso de los vehículos de carga que transitan por la autopista. Un esfuerzo público de inversión, le confiere al diseño de estas infraestructuras una responsabilidad adicional. Son edificios que nos pertenecen a todos, por lo que deben ser pensados desde el bien común para maximizar su inversión, tanto desde el punto de vista del territorio donde se emplazan -ya que formarán parte del paisaje por muchos años-, como también desde el punto de vista de su operación y uso, con criterios de sostenibilidad y vida útil.
El mayor desafío que comprendía el encargo, fue emplazar un edificio habitable en directa relación con la autopista más transitada de chile, y que asegurara condiciones de habitabilidad de alto estándar en su interior. Como respuesta de arquitectura, y dado el contexto de ruido e intensidad asociado al tránsito de una carretera, se plantea un primer piso de hormigón armado, sólido, cerrado y resistente, un bloque macizo, que ayude a aislar del ruido y minimizar los riesgos de intrusión. En este nivel se han proyectado la mayoría de los recintos requeridos por el programa -servicios de operarios, salas de descanso, oficinas administrativas-, los que se configuran alrededor de patios interiores, pequeños jardines y vacíos, permitiendo volcarse hacia el interior para iluminar y ventilar naturalmente, buscando abstraerse del contexto inmediato.
En un segundo nivel, se propone el puesto de control y monitoreo, en un volumen liviano de estructura metálica y cristal, en directo contraste con el volumen y la espacialidad interior del primer nivel. Este recinto de control se ha planteado como un espacio abierto, sin divisiones, con una vista despejada en 360 grados, para maximizar la capacidad de monitoreo de la ruta, las balanzas de pesaje, y la circulación de vehículos alrededor del edificio. Para conectar ambos niveles, se ha optado por proyectar dos circulaciones, una interior y de uso exclusivo de los operarios de la estación, y otra exterior, que da servicio a los conductores infractores, los cuales deben subir a la sala de control a regularizar su situación. Esta segunda escalera se trabajó como un elemento expresivo del edificio, para aumentar su exposición y visibilidad desde la playa de estacionamientos, guiando al usuario en su recorrido.