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Arquitectos: Estúdio Lava
- Área: 130 m²
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Fotografías:Rafaela Netto
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Proveedores: Tramontina, Acquapoint, Adobe Systems Incorporated, Amarante madeiras, AutoDesk, Brastemp, Deca, Disparcon, Divinal Vidros, Esquadriall, Fernando Jaeger, Ibiza Acabamentos, Jani King, Jomer Aramados, Manacá Marcenaria, Merc, Metalferco, Microsoft Office, Oficina de Mosaicos, REKA, +9
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La reforma de un apartamento en un edificio tan importante como el Edificio Trussardi, un proyecto de 1943 del arquitecto Rino Levi, fue un gran ejercicio y también un gran desafío. A pesar de su importancia histórica y patrimonial, el edificio, situado en la avenida São João, encuéntrase bastante des caracterizado. El primer objetivo del proyecto fue retomar intenciones del arquitecto y traer a la superficie algunos detalles importantes que habían sido cambiados en las diferentes remodelaciones realizadas a lo largo de los años.
Además de las características del plan original, como la integración entre la sala de estar y una de las habitaciones y la apertura a la terraza (que había sido cerrada con vidrio por el último habitante), se recuperaron algunos materiales, como los ladrillos de vidrio de la fachada, y los pisos en granilito, mosaico de porcelana y parquet. Casi todos los muros fueron demolidos y algunas partes de la estructura de hormigón armado fueron reveladas.
El apartamento con sus curvas y ángulos no ortogonales, pedía una mayor integración de los ambientes. La incorporación de una de las habitaciones a través de la sala de estar, re conectando este ambiente al balcón curvo que marca la fachada del edificio, fue el primer gesto hacia esta intención. La biblioteca deslizante, que corre a través de un riel de metal fijo a la viga, crea diferentes posibilidades de integración y uso del espacio. Si se lleva a la cocina, crea un único ambiente amplio y, si se coloca cerca al balcón, separa la sala de estar de la oficina, sirviendo también como soporte para la televisión.
El resultado inmediato de la integración entre las habitaciones fue una mayor ventilación cruzada, dejando el espacio, mucho más fresco, además de aportar más iluminación al conjunto del piso. Buscando esta mayor permeabilidad y creando un paralelismo visual con los ladrillos de vidrio de la fachada, se utilizaron elementos de vertido de hormigón entre el lavadero y el vestíbulo de entrada.
La cocina, también integrada en la sala de estar, fue totalmente remodelada, creando un importante eje que conecta la parte inferior del apartamento con la sala de estar hacia el balcón y el jardín de invierno con sus ladrillos de vidrio. Donde antes estaba la zona de servicio, se creó un segundo baño para servir a la habitación de invitados y el baño existente se abrió al dormitorio principal con vistas a la ventana y a las palmeras en frente al edificio.
En un segundo eje, formando una "V" con el eje de la cocina, se encuentran las habitaciones, que adquirieron un panel de madera de listones, una referencia a los antiguos paneles muy presentes en los proyectos arquitectónicos de la época y también utilizados en el vestíbulo del edificio. A pesar del reto que suponen las líneas no ortogonales del proyecto y su organización en dos ejes, la solución obtenida fue el resultado directo de esta configuración. Las curvas y diagonales dan identidad al apartamento y permiten diferentes apropiaciones por parte de los residentes. La generosa circulación, permite una ocupación libre y no jerarquizada del espacio.