Avanti-Avanti Studio es un estudio de diseño dedicado al desarrollo de estrategias creativas de comunicación, particularmente especializadas en el “Diseño para Todos.” Fundado por Alex Dobaño (diseñador gráfico y miembro de la Design For All Foundation) y Elvira Muñoz (arquitecta), dirigen un equipo multidisciplinar de profesionales de la comunicación, el diseño y la tecnología, para empresas e instituciones del entorno del ocio, el turismo, la cultura, los museos y las ciudades. Definen también al estudio como un punto de encuentro donde confluyen profesionales de distintos ámbitos según cada proyecto para lograr que los entornos construidos sean efectivamente aptos e inclusivos para todo aquel que lo recorra y experimente.
Estuvimos charlando con Alex, fundador y director creativo del estudio, para conocer más sobre su trabajo y la importancia de la aplicación del diseño para todos en los proyectos de diseño integral de los espacios.
¿Qué es el diseño para todos y cómo se diferencia de la accesibilidad?
El diseño para todos es una metodología de diseño, en donde la accesibilidad es sólo una condición que deben tener los entornos, que implica que cualquier persona pueda disponer y utilizar de las infraestructuras, los servicios o productos en igualdad de condiciones.
El diseño para todos introduce además la diversidad individual de los usuarios la cual se convierte en el principio del proceso creativo de diseño y desde donde se comienza a desarrollar el proyecto. Parte de las necesidades específicas de usuarios/as concretos y busca el beneficio de todos, tanto para los usuarios para que tengan experiencias memorables y sin barreras, y para organizaciones o instituciones, que puedan mejorar la calidad de una oferta que favorezca un retorno de las inversiones rápido y provechoso.
¿Cómo se empieza a pensar en el diseño para todos? Especialmente, porque todo el tiempo aparecen nuevos usuarios que además cambian constantemente.
En nuestro caso, empezamos a ampliar los procesos hacia el diseño universal en un proyecto en particular en un museo donde se exigía, por parte de la dirección, un nivel de accesibilidad muy alto. Luego fuimos abriendo el abanico hacia la diversidad en todos sus campos, incorporando también el diseño con perspectiva de género y la diversidad cultural. Como por ejemplo, trabajar en ciudades con campos de refugiados, donde nos encontramos con usuarios con baja alfabetización, por lo que había que pensar en otros sistemas de orientación de fácil lectura y con otros códigos diferentes a los que comúnmente estamos acostumbrados.
Antes que nada, es importante realizar un estudio profundo de la diversidad individual de cada persona, trabajando propiamente con los usuarios e identificar sus necesidades y deseos. A partir de ahí se detectan y registran a través de mapas de experiencia, las necesidades que tendrá el usuario en cada etapa. Por ejemplo en un edificio: en cada etapa del recorrido de su visita, desde su llegada, su estancia y su salida. Es importante detenerse a pensar en todos los potenciales usuarios de cada espacio en el que vamos a actuar. Como pueden ser en el caso de centros de acogida, personas de diversas culturas, que no están familiarizadas con el idioma local; o en ciudades: turistas y visitantes de lenguas extranjeras y con diversos códigos culturales. En el caso del diseño con perspectiva de género se trabaja en como se definen los espacios donde tienen que convivir diferentes sexos u orientaciones sexuales en servicios, lavabos, zonas de lactancia, etc. El reto está en como se construyen los espacios para que sean respetuosos con la diversidad sexual.
Todos estos procesos de análisis luego ayudan a diseñar los sistemas de comunicación y de recorridos espaciales adecuados para el proyecto. Por ejemplo, en el caso del proyecto Leer Madrid, fuimos el equipo que encargado de desarrollar todo lo relacionado con el diseño universal dentro de una propuesta para mejorar la legibilidad, seguridad, autonomía y orientación en la ciudad de Madrid. Con un claro enfoque de diversidad individual se desarrolló, en colaboración con la Design for All Foundation, como herramienta el Cubo de la diversidad, entendiendo que un mismo usuario tiene diferentes caras. La realidad de un usuario en un espacio es poliédrica por lo que sus necesidades y deseos cambian constantemente y el diseño debe adaptarse a estos cambios. Esto ayuda a incorporar a los nuevos residentes en las ciudades y a mejorar la ciudad para los usuarios ya establecidos.
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La incorporación de la perspectiva de la diversidad individual al diseño espacial, ¿qué beneficios aporta a las organizaciones que lo implementan?
Los centros de cultura o museos, son para nosotros también centros de innovación social y de diseño, ya que se nos permite hacer y probar cosas diferentes porque cuentan con un grado de responsabilidad social mucho más alto que en la mayoría de las empresas privadas. Nuestros clientes que comparten la creencia del diseño para todos entienden que acercándose a más públicos, mayores serán los beneficios tanto económicos como de desarrollo de audiencias. En el caso de las ciudades, se ha comprobado que reciben mayor cantidad de visitantes y consecuentemente mayor activación económica del turismo.
El museo es una herramienta más de comunicación. Es importante saber que si estos conceptos aparecen en los comienzos de cada proyecto, la mayoría de curadores y diseñadores entienden que cambiando la redacción y el diseño a uno inclusivo, de lectura fácil y para todos, muy probablemente se garantice el éxito del proyecto.
Para el proyecto del Pabellón de Cataluña en la Bienal de Venecia 2017 se realizó un profundo análisis para extraer las necesidades de usuarios no videntes y que pudieran recorrer y disfrutar de la exposición y los canales de la ciudad. Fue muy importante incorporar los códigos reglamentarios de accesibilidad para los usuarios no videntes pero a la vez garantizarle un impacto positivo a la organización: se buscaba que el pabellón fuera atractivo y muy visitado. Se logró sacar provecho de los propios recursos de la accesibilidad y el diseño inclusivo para asegurar el éxito del proyecto, no sólo en beneficio del colectivo no vidente, si no para todos los visitantes.
Otro de sus grandes proyectos es el diseño y gestión del sistema de orientación de la Basílica de la Sagrada Familia, en Barcelona. Un proyecto de diseño global para mejorar la orientación y la interpretación del patrimonio. Realizaron la consultoría de wayfinding [1] y de diseño para todos, el diseño de pictogramas y soportes de señalización, paneles interpretativos, planimetrías e infografías. Tanto en este caso, como en el caso de Leer Madrid, me interesa destacar la forma en la que el buen diseño de la señalética, de elementos como tótems informativos, faros, infografías, planos, etc., contribuyen a que el usuario transite el espacio con tranquilidad y se sienta seguro en ese entorno. Dar información clara sobre las actividades, tiempos, recorridos que se pueden realizar en ese lugar hacen que el usuario tenga una experiencia agradable, y esto está directamente relacionado con las decisiones específicas del diseño gráfico y espacial.
En este sentido, hay un concepto que nos gusta mucho que es el de no romper la “paz mental” del usuario cuando está disfrutando de la ciudad, de un edificio, o de una exposición. No debe haber nada que rompa con este proceso de disfrute y para aquel que se quiera perder deberán existir todos los recursos para que pueda "volver" de forma segura.
En el caso de las ciudades, estos elementos pueden además generar nuevas rutas de recorridos, fomentar la conexión entre barrios y vecinos, crear puntos de encuentro, y pueden también otorgar seguridad a barrios o espacios públicos más deprimidos, poniéndolos a disposición de los usuarios como nuevos espacios de la ciudad, haciéndolos inclusivos y seguros. ¿Cómo se lleva a cabo una asesoría de este tipo para arquitectos o diseñadores de espacios?
El diseño para todos, a diferencia de una consultoría exclusivamente de accesibilidad, propone una visión integral de los espacios. Cuando leemos un proyecto o asesoramos a arquitectos uno se encuentra con que los briefings de identificación de usuarios son demasiado básicos y pobres. En muchos casos se construye en base al conocimiento de accesibilidad del arquitecto, el aforo permitido y las reglamentaciones del código civil. Lo que hacemos es ayudar a diseñadores y arquitectos a generar las extensas listas de necesidades con las que se va a encontrar el usuario de ese edificio o espacio. Desde el momento de llegada, la identificación del acceso, el momento en que necesite utilizar el baño, ir a comer, cambiar a un niño, y la lista continúa. Todo esto, además del uso en concreto que vengan a buscar de ese espacio. A partir de ahí, surgen las consultorías de identificación de mejoras e inversiones en los campos de comunicación, de servicio y del espacio y se van definiendo las estrategias.
Un ejercicio que hacemos también en los equipos de trabajo es desmembrar un proceso clásico de design thinking. La mayoría de creativos inician el proceso a partir de una idea preconcebida. Nuestro trabajo también es hacerles entender que no se parte de la idea sino de la empatía con los usuarios, identificar necesidades, enfocar el proyecto y el alcance y a partir de ahi, se genera la idea. Aquí es donde hacemos foco en introducir de forma transversal la diversidad de usuarios/as a lo largo de todo el proceso creativo.
¿Cuales serían, en resumen, las premisas básicas para abordar un proyecto de diseño para todos?
En primer lugar, saber que el diseño debe partir siempre desde la empatía y la diversidad individual. El usuario "normal" no existe. Luego, para que un proyecto de este tipo funcione debe ser beneficioso tanto para los usuarios como para la institución y por sobretodo, debe ser sostenible en el tiempo y garantizar un retorno rápido de la inversión en diseño. En tercer lugar, siempre se deben tener en cuenta los principios universales del diseño para todos. Y por último, entender debe haber una gran implicación y compromiso por parte de todo el equipo de trabajo. La fórmula maestra del Diseño para Todos es: "40% de pasión por lo que haces, un 40% de empatía y un 20 % de recursos”.
[1] García Moreno, Dimas. “Proceso de orientación y movilidad, constituido por tareas de percepción, cognición e interacción entre la persona y el medio físico que se desplaza por el mismo”. "Qué es el wayfinding" de Óscar García Muñoz.