La curaduría del Pabellón de México en la decimosexta edición de la Bienal de Venecia estará a cargo de la arquitecta mexicana Gabriela Etchegaray, co-fundadora de la oficina Ambrosi Etchegaray, quien habla en la siguiente entrevista acerca de los aspectos que se considerarán este año para establecer la participación de México en la Bienal de Arquitectura más importante del mundo. La museografía estará a cargo de Jorge Ambrosi.
Para participar en la convocatoria, puedes descargar en el siguiente link las Bases de Participación, o consultarlas directamente en la página oficial del INBA.
¿Qué ventajas ofrece lanzar una convocatoria?
Gabriela Etchegaray: La idea de lanzar una convocatoria abierta para reunir obras y/o trabajos que respondan a los lineamentos curatoriales ofrece la posibilidad tanto a las oficinas o profesionistas de participar en dicha plataforma, como al Comité Técnico de seleccionar sobre un abanico mayor los contenidos. Es un ejercicio que funcionó en la bienal pasada y se consideró pertinente repetir para esta muestra.
El territorio mexicano es todo menos homogéneo. ¿Qué tan importante será que el pabellón lo refleje en todas sus variaciones?
GE: El territorio mexicano sin duda es rico, diverso y complejo de abordar en su totalidad. El reto de esta muestra es tratar de explicar y evidenciar principalmente la calidad espacial y el terreno físico del cual emerge la arquitectura mexicana; evidenciar las condiciones que han permitido que nuestra arquitectura se desarrolle de manera fértil, exhibir ciertas connotaciones que construyen un lenguaje local. En un segundo plano queremos hablar del territorio que responde a un espacio operacional definido por diferentes tipos de producción cultural, consumo, gobernabilidad, inversión, comunicación y desarrollo. Por lo mismo hemos hecho hincapié en que obras y trabajos sin importar escala y programa tienen cavidad siempre y cuando exista un diálogo en la construcción de nuestro territorio o del territorio que construye nuestra arquitectura.
¿Por qué es importante para México tener una presencia en la Bienal de Venecia? ¿Por qué es importante para la Bienal de Venecia tener a México como partícipe?
GE: La Bienal de Arquitectura en Venecia ha desempeñado un papel crucial en la evolución del pensamiento y las prácticas a nivel internacional. Ha sido un catalizador para hablar, exhibir y mostrar de maneras imaginativa y contundente la arquitectura contemporánea de naciones en una plataforma común. Es un espacio que reúne pensamientos heterogéneos sobre la profesión, mostrándolos a diferentes audiencias profesionales, así como a un público en general. La participación mexicana es joven tanto en la Bienal de Venecia como en las posibilidades de abordar la expresión contemporánea; sin embargo su cultura, tradición y arquitectura de calidad no lo son; participar en dicho foro, permite nuevos campos de reflexión, crítica y curaduría; los cuales sirven para dar sustento y construir una identidad nacional en la arquitectura.
¿Cómo ha sido el proceso de establecer un discurso curatorial para este pabellón? ¿Qué conceptos y personajes han estado presentes a lo largo de la conceptualización del pabellón?
GE: Seguro cada integrante del Comité Técnico tendrá una historia o versión que describa su experiencia. En mi caso la comprensión o el planteamiento curatorial comienza años atrás en el estudio de la Bienal de Arquitectura en Venecia y las participaciones de México en este foro, por lo que de alguna forma todos los curadores mexicanos en las participaciones previas han estado presente para comprender como se debe abordar la 16va. Muestra Internacional en términos generales. En cuanto al discurso curatorial, surge en respuesta a la propuesta planteada por las curadoras Farrell y McNamara, con el objetivo de abordar el concepto Freespace desde la arquitectura mexicana. De este modo, interpretamos que si en todos los aspectos de la vida hay una resonancia entre el origen y el presente, para hablar de arquitectura de calidad, para hablar del espacio mismo, habría que abordar nuestro territorio. Mostrar el entorno en que los seres humanos recreamos la realidad. Sin duda ha sido un proceso retador, con muchas discusiones y cuestionamientos con el equipo establecido. Es un proceso de gran responsabilidad y mucho compromiso, que me llena de ilusión concluir y ver el resultado en el Pabellón de México 2018.