La envolvente del edificio es la separación entre el interior y el exterior, utilizada para proteger los espacios habitables y para facilitar su control climático. El diseño y la construcción de una envolvente debe cumplir con cuatro requisitos principales de desempeño: (1) Integridad estructural, (2) Control de humedad, (3) Control de temperatura, (4) Control de las fronteras de presión de aire.
Las conexiones e interacciones entre los diferentes componentes físicos (cimientos, techos, paredes, puertas y ventanas) son los principales factores que determinarán la eficacia y la durabilidad del sistema de cierre del edificio.
Con el fin de alcanzar estos objetivos, todos los sistemas de caja de construcción deben incluir una estructura sólida, un plano de drenaje, una barrera de aire, una barrera térmica y puede incluir una barrera de vapor. El control de humedad es esencial en los climas fríos.
SOLUCIÓN DE BARRERA DE AIRE
Un sistema de barrera de aire debe ser continuo. El sistema consiste en materiales (componentes individuales), instalaciones (como ventanas) y sus conexiones entre ellos. Los componentes del sistema deben estar conectados de manera que sea capaz de resistir cargas positivas y negativas y ser perdurables en el tiempo. El producto no es una barrera en sí misma, debe ser parte de un sistema continuo.
Investigaciones han demostrado que la fuga de aire a través de la envolvente del edificio puede transportar exponencialmente más moho a través de la envolvente que vapor de agua por difusión. El control de aire puede reducir problemas como la corrosión y el deterioro de los componentes del muro por el crecimiento de moho. Otros beneficios, es que mejora la eficiencia energética del edificio y la calidad del aire interior a través de la vida del edificio.
Un estudio de 2005 (Nist) muestra que una barrera de aire efectiva puede reducir los costos de gastos energéticos de un edificio en un 40% y los gastos de electricidad por sobre el 25%.
LA IMPORTANCIA DEL CONTROL DE HUMEDAD EN LOS EDIFICIOS
Las humedades son las patologías más habituales en los edificios y dentro de estas, las que generan las condensaciones. Por este motivo, el control de humedad en los edificios es un factor al que no se le puede quitar importancia.
¿Qué es el flujo de vapor?
En invierno, el aire interior de los edificios tiene una presión de vapor muy superior a la que existe en el aire exterior. Esta diferencia de presión de vapor genera un flujo de vapor a través del cerramiento beneficioso, ya que contribuye a mejorar la salubridad del ambiente interior y la durabilidad del cerramiento.
No obstante, es necesario controlar su intensidad, ya que un flujo excesivo podría provocar condensaciones superficiales o intersticiales en algún punto del interior del cerramiento, contribuyendo al deterioro del mismo, al deterioro de los materiales adyacentes y a la proliferación de microorganismos y mohos.
Podemos distinguir estos tipos de humedades por condensación:
Condensación superficial interior
Se produce cuando la temperatura superficial interior es inferior a la de rocío. El caso más evidente es debido a una alta producción de vapor en baños y cocinas, o bien debido a la impermeabilidad del vidrio de las ventanas. El síntoma es el goteo. Pero también puede darse en locales con una producción de vapor de agua moderada y con acabados superficiales más porosos, como dormitorios o salones. Entonces la causa suele ser un aislamiento insuficiente del cerramiento, y sobre todo en la existencia de puentes térmicos.
Condensación intersticial
Cuando el fenómeno físico se produce en algún punto del interior del cerramiento. Este segundo caso de condensación depende no sólo del flujo de vapor de agua que atraviese el muro y del gradiente de temperatura del mismo, sino además, de la constitución del propio cerramiento, la disposición de las distintas capas que lo conforman y de la permeabilidad al vapor del agua de cada una de ellas, así como de su capacidad de aislamiento.
La condensación intersticial y la interior pueden aparecer simultáneamente, dado que parte del vapor de agua sigue desplazándose hacia el exterior a pesar de que se haya producido ya la condensación en la superficie interior del cerramiento.
Protección para fachadas ventiladas
En los casos en los que exista riesgo de penetración de humedad a través del aislamiento y las capas internas, se recomienda utilizar una membrana de protección detrás del aislamiento.
Las actuales fachadas ventiladas y abiertas ofrecen diversas oportunidades de diseño tanto para arquitectos como para constructores. Los sistemas de fachadas abiertas y ventiladas están constantemente expuestos a los elementos, por lo que es fundamental instalar una segunda membrana que pueda proteger las estructuras subyacentes frente al aire, la humedad y la radiación UV a largo plazo.
El producto RevealShield de Syntheon, desarrollado especialmente para la protección de muros contra la humedad, es una lámina transpirable e impermeable, para envolventes con junta abierta o fachadas ventiladas, que puede quedar expuesta permanentemente hasta un 40% con respecto a la superficie cubierta de la fachada.
Sus características y ventajas son:
- Usado para Sistemas de revestimientos con junta abierta
- Resistencia a los rayos UV de acuerdo a AC 38, Section 4.1.2
- Instalación simple, fácil y rápida
- Resiste hasta 6 meses de exposición a rayos UV y clima previo a la instalación del revestimiento de fachada.
- Cinta autoadhesiva incluida para cerramiento hermético de las uniones horizontales
- Permite canterías abiertas hasta 2”
- Permite aplicaciones en bajas temperaturas
- Resistencia al fuego
- Contribuye a obtener puntajes LEED
- 20 años de garantía del material
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