En paralelo con la publicación de los resultados de la encuesta "Design Competition Survey", Van Alen Institute ha presentado 10 propuestas para mejorar los concursos de diseño, las que dialogan directamente con la realidad de los concursos de arquitectura. Acompañado por una serie de vibrantes gráficos, conoce estas recomendaciones después del salto.
1. Mostrar el valor de un buen diseño.
Los diseñadores quieren más compensación por el tiempo y los recursos puestos en participar en un concurso. Van Alen pide reconocimiento por el trabajo y dinero gastado anualmente en concursos de diseño, como una forma de monitoriar "cuanto valor crea el diseño". El instituto recomienda la divulgación obligatoria de tiempo y costos asociados por cada propuesta de concurso.
2. No se trata de ganar.
Van Alen explica como los concursos deberían centrarse menos en el equipo ganador y más en ofrecer oportunidades para todos los participantes. Al plantear los concursos como un punto de partida para una conversación, en lugar de verlos como una oportunidad exclusivamente para la firma ganadora, se espera que el mundo del diseño se vea beneficiado como un todo.
3. ¡Deja hablar al jurado!
Los resultados de "Design Competition Survey" destacaron que los encuestados desean mayor información sobre sus propuestas, ganando o de lo contrario. La publicación de las notas del jurado de todos los concursos no sólo proporcionaría valiosa información para los diseñadores, sino que también aumentaría la transparencia del sistema de concursos en su conjunto.
4. Dejen que los diseñadores diseñen los concursos.
"Un gran secreto sobre los concursos, es que los diseñadores no los necesitan", comenta Van Alen. Permitir que los diseñadores creen sus propias bases y guías para concursos, incentivaría la consideración de temas sobre los cuales están verdaderamente apasionados y proporcionaría una salida creativa para "cuando la práctica cotidiana no lo está haciendo". A las propuestas ganadoras se les podrían entonces otorgar becas para que puedan continuar desarrollando sus soluciones.
5. Ir más allá de objetos bellos.
Las instituciones culturales que están considerando u organizando concursos deberían hacerlo con la intención de abordar "problemáticas culturales, ecológicas o de contingencia social". Dicha base no sólo ofrecería avances en el tema seleccionado, pero también en la práctica misma del diseño como medio para generar propuestas tanto bellas como funcionales.
6. Guía a los clientes.
Abolir el sistema actual, que premia los renders y reducir las interacciones con el cliente, público, y el sitio en sí. En vez, poner en práctica un proceso de dos etapas; en primer lugar, realizar una convocatoria abierta que resulte en una lista de preselección basada en las calificaciones de los concursantes. Ac ada diseñador preseleccionado de le debe proporcionar un presupuesto para desarrollar soluciones en colaboración con las partes involucradas.
7. No más noches solitarias.
La colaboración, en particular la de naturaleza interdisciplinaria, debe ser valorada y estimulada. "Los desafíos realmente difíciles que se enfrenta nuestra sociedad" comenta Van Alen, "son aquellos que más necesitan del trabajo y esfuerzo de los diseñadores, son también los que no se pueden abordar solos".
8. Házlo público.
La afirmación de que "toda persona sabe que el compromiso público, cuando se estructura bien, ayudar a producir un mejor diseño" puede ser audaz, pero resulta ilógico producir propuestas sin consultar a las personas que finalmente van a interactuar con ellas. Al involucrar a las partes interesadas y a los residentes locales en el proceso de la competencia, el diseño se vuelve más "inmediato y accesible", aumentando las posibilidades de que el producto final beneficie a todos.
9. Denle a los jóvenes diseñadores lo que quieren.
Los resultados de la encuesta revelaron que es más probable que estudiantes y diseñadores emergentes, deseen trabajar con colaboraciones interdisciplinarias, participación pública y diseñar para "comunidades marginadas". Incrementando los concursos que se adapten a estas preferencias, junto con bajar o eliminar las cuotas de inscripción y ajustar los plazos de entrega para que no coincidan con períodos de exámenes universitarios, pueden ser unas mediadas para "afrontar los retos sociales de forma sistemática".
10. Piensa en GRANDE.
Continuando el punto 5: los concursos deberían abordar cuestiones más amplias que el diseño de un objeto estético. "El sistema federal de autopistas interestatales. La segregación racial en las ciudades. Los hogares de ancianos y guarderías"; Van Alen desafía a las instituciones para "definir claramente los problemas", que se traduzcan a "producir soluciones implementables". Al "hacer las 'grandes' preguntas", los concursos de diseño pueden convertirse en una plataforma para los debates críticos y tener un extenso impacto social.
7 Takeaways from Van Alen's Survey on Architectural Competitions