¿Quién iba a imaginar que una pared recién pintada, tan lisa y brillante, podría esconder un gran problema? La pintura es uno de los acabados finales que aportan belleza y protección a los ambientes, ya sean internos o externos. Pero detrás de este toque de color, hay una capa invisible que se acumula silenciosamente en nuestros ecosistemas e incluso en nuestros cuerpos. Según una investigación reciente realizada en Suiza, la pintura de construcción es una de las mayores fuentes de contaminación por microplásticos en océanos, ríos y otros entornos. Estos, de menos de 5 mm de tamaño, ingresan a los ecosistemas a través de la erosión y dichos residuos se acumulan en los cuerpos de los animales marinos y terrestres (y, en última instancia, en los humanos), cuyos impactos a largo plazo en la salud humana aún se están estudiando. Hasta el momento, las evidencias indican que la exposición continua puede contribuir a una variedad de problemas, tanto físicos como metabólicos.
La pintura de látex está compuesta de agua y polímeros plásticos (como acrílico y vinilo), que forman una película duradera sobre las superficies. Con el correr del tiempo, esta película se desgasta debido a la exposición al sol, la lluvia y la abrasión, liberando pequeñas partículas de plástico al medio ambiente. La pintura de construcción tradicional contiene alrededor de un 37% de microplásticos, lo que aumenta la urgencia de contar con materiales más sostenibles para este fin. Según la Comisión Europea, se estima que entre 231.000 y 863.000 toneladas de microplásticos entran anualmente en el medio ambiente europeo a partir de residuos de pintura. Con el objetivo de reducir el 30% de microplásticos para 2030, los investigadores enfatizan la importancia de diseñar materiales con esta preocupación desde el principio para evitar los altos costos y las complejidades de una remediación posterior.
Para abordar esta creciente preocupación por la contaminación por microplásticos, BC Materials, una startup con sede en Bruselas, ofrece una alternativa sostenible: una pintura mineral elaborada a partir de tierra excavada, completamente libre de microplásticos y COV (compuestos orgánicos volátiles). BC Materials es pionera en el desarrollo de materiales de construcción circulares y crea productos a base de arcilla bajo su marca Léém, como yeso, mortero y, más recientemente, una pintura de arcilla. Entre 2019 y 2023, la empresa aumentó su producción de 50 a 200 toneladas de materiales circulares, con continuas inversiones en investigación y desarrollo, fabricación y talleres de capacitación.
La pintura se produce con aproximadamente un 65% de recursos secundarios, lo que refleja el compromiso de la empresa con la circularidad y la sostenibilidad. Utilizando suelo local no contaminado y extraído de forma sostenible, tiene una composición que reduce significativamente la necesidad de materias primas vírgenes, promoviendo un ciclo de producción menos impactante para el medio ambiente. La fórmula a base de arcilla ofrece una paleta de colores naturales y terrosos, que incluyen tonos de rojo, marrón, crema y gris, que agregan una estética cálida y rústica a los espacios. Estos tonos no sólo hacen referencia al origen natural del material, sino que también resaltan su reducido impacto ambiental, en línea con los principios de circularidad.
El material se exhibió recientemente en la Escuela Primaria MABO, donde niños y maestros pintaron juntos una pared del aula, reemplazando la pintura vieja que contenía microplásticos. Sofie De Clercq, directora de MABO Bruselas, expresó su alivio después de reemplazar la pintura vieja y descascarada, y destacó los riesgos que enfrentan los niños debido a los productos tóxicos cargados de microplásticos.
Complementando los esfuerzos de BC Materials, otra investigación dirigida por el estudio de arquitectura danés Henning Larsen y realizada por el Consejo Danés de Consumidores Forbrugerrådet Tænk ofrece información sobre el impacto medioambiental de varios tipos de pintura para interiores. Los resultados de su evaluación climática revelan que las pinturas de base mineral también tienen un potencial de calentamiento global significativamente menor que las pinturas acrílicas convencionales. Además, la investigación alienta a los fabricantes a publicar Declaraciones Ambientales de Producto (EPDs) para obtener una mejor calidad de los datos, particularmente para las opciones de origen vegetal. El estudio danés también sugiere que no todas las superficies requieren necesariamente pintura, un enfoque que se alinea con el mantra más amplio del diseño sostenible: "el edificio más sostenible es el que no se construye". Si pintar es fundamental, optar por pinturas de base mineral u otras alternativas de bajo impacto puede contribuir a reducir la huella ambiental.
Este creciente enfoque en materiales de construcción ecológicos y libres de microplásticos marca un paso importante hacia la sostenibilidad, beneficiando tanto a la salud humana como al medio ambiente. Al invertir y elegir materiales diseñados cuidadosamente para lograr un impacto a largo plazo, la construcción y el diseño pueden respaldar un futuro en el que los edificios (y la pintura) sean seguros, circulares y estén alineados con los sistemas naturales. Como dice la diseñadora de materiales de BC Marilys Tran The Thri: "En lugar de tener que limpiar nuestros paisajes, ríos y océanos después, es mejor diseñar materiales que sean intrínsecamente seguros y estén fabricados a partir de recursos saludables y abundantes".