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Arquitectos: Ana Sawaia Arquitetura
- Área: 260 m²
- Año: 2023
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Fotografías:André Scarpa
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Proveedores: Artefatos Engenharia Metálica, Atenua Som, Atlas, By Kamy, Docol, Dpot, Estúdio Bola, Gustavo Bittencourt, Keramika, Lumini, Ovoo, Paulo Alves, REKA, SANTANA, Styntec, Tom Mármores
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en un edificio de 1973 en el barrio Jardim Paulistano, en São Paulo, el apartamento de 260m² se encuentra en el tercer piso, con vista a las copas de los árboles, que recorren todas las ventanas de la sala.
Los residentes, una pareja con dos hijos jóvenes, querían expandir los espacios para crear ambientes más amplios y unir la cocina con el área de estar. Se removieron las paredes del hall de entrada, comedor y sala de estar. Sin embargo, un gran pilar de concreto de 1,80 m de ancho separaba la cocina de la sala. Con el objetivo de revelar la estructura, retiramos el revestimiento del pilar y las vigas entre la sala y la cocina e hicimos un gran panel de carpintería con frisos verticales, donde se observa una secuencia de puertas para la cocina, bodega, puerta de entrada y puerta del lavabo, que quedan camufladas, creando una composición rítmica para este plano, dando unidad visual, eliminando los accesos interrumpidos por corredores y logrando más fluidez en la circulación.
El concreto también aparece en las estanterías y encimeras hechas "in situ", con estantes de 3 cm de espesor, albergando el buffet del comedor y el mueble de la TV, con puertas batientes de muxarabi de madera Tauari maciza.
Puertas corredizas de vidrio armado separan la oficina de la sala y la cocina del área de servicio, permitiendo el paso de luz natural entre los ambientes. El piso original de madera del área de estar y dormitorios fue restaurado y se instaló una tarima de madera sobre el piso del balcón.
La cocina representaba un desafío. Tenía poca iluminación natural y la circulación ocupaba mucho espacio debido a los numerosos accesos. Para satisfacer las necesidades de los residentes, se diseñó un armario curvo que permite una circulación fluida y una gran área de almacenamiento, en chapa metálica perforada y calandrada, que también alberga los electrodomésticos y un nicho iluminado. La mesa de la cocina se hizo de concreto, también moldeada en el lugar, con un voladizo de 1,40 m.
El mármol travertino nacional retirado de los baños fue completamente reutilizado. En lugar de convertirse en escombros, se utilizó para la composición del terrazo del piso de la cocina, área de servicio y lavabo, tanto en la base de piedrecillas como en los trozos cortados en tamaños variados de triángulos.
El mobiliario es predominantemente de diseñadores brasileños, como Gustavo Bittencourt, Domingos Tótora, Sergio Bernardes, Paulo Alves, Estúdio Bola, Luciana Martins, Gerson de Oliveira y Lina Bo Bardi.
