La práctica del upcycling, predominante en sectores de la moda a la construcción, no solo revitaliza artículos desechados, agregando valor y función, sino que también contribuye a transformarlos en recursos valiosos. Adoptar el espíritu de la economía circular, aprovechando residuos agrícolas, como espigas de maíz, paja de arroz y bagazo de caña de azúcar para materiales de construcción, marca un cambio fundamental hacia prácticas sostenibles, promoviendo un sistema de circuito cerrado que minimiza los residuos y optimiza la eficiencia de los recursos.
CornWall®, desarrollado por Stone Cycling, surge como una innovación pionera en este sentido. Inspirado en el cambio imperativo hacia una economía de base biológica, incorpora una solución transformadora que aborda las preocupaciones apremiantes del impacto ambiental de la industria de la construcción. Conversamos con Ward Massa, un visionario de Stone Cycling, sobre este material. Se trata de un material de acabado de paredes fabricado a partir de biomasa vegetal, obtenida principalmente de los núcleos de las espigas de maíz de origen regional. Estos residuos orgánicos están ampliamente disponibles y normalmente se destinan a la fermentación, la quema como biomasa o a convertirse en simples residuos orgánicos.
En la mayoría de los proyectos actuales se utilizan productos convencionales que requieren mucha energía y materia prima en el proceso de fabricación. Especialmente para interiores de comercios y hostelería, cada 5 años hay una renovación. Esto significa que a menudo los materiales de revestimiento de las paredes se demuelen y se desechan. CornWall puede ser utilizado para aplicaciones similares, pero es un producto sostenible que puede ser reciclado o reutilizado al 100%. Esto significa que al final de su vida útil no hay desperdicio. En caso de que el producto no pueda ser reutilizado, aún es biodegradable, sin dejar rastro.
Las espigas de maíz secas se someten a un meticuloso proceso de trituración, transformándolas en biomasa primaria. Esta, compuesta por más del 99,5% de material de origen vegetal, constituye la base de este material sostenible. Se puede agregar un toque de color a esta mezcla, equivalente a la incorporación de menos del 0,5% de pigmentos biodegradables en la mezcla.
La transformación se lleva a cabo mediante prensado a alta presión e infusión de calor, requiriendo temperaturas de hasta 150 grados Celsius. Es notable el hecho de que la energía que alimenta esta fase crítica de la producción proviene exclusivamente de paneles solares que adornan el techo de las instalaciones de producción. Después del prensado y corte de precisión, se aplica un recubrimiento a prueba de agua de base biológica que aumenta la durabilidad y funcionalidad del material. Empaquetado en paneles livianos y delgados, con aproximadamente 4 mm de espesor y un peso de aproximadamente 5 kg por m2, CornWall® optimiza la eficiencia del transporte en comparación con materiales más voluminosos como la cerámica o el HPL.
En una industria con numerosos desafíos relacionados con la producción de residuos y el impacto ambiental, el producto surge como un faro de esperanza. Ward Massa enfatiza: "Un aspecto importante de la construcción circular es su desmontaje, asegurando que todo pueda ser separado y reutilizado al final de su vida útil. Eso es lo que hacemos con CornWall". El intrincado proceso de utilización de recursos abundantes, incorporación de energía renovable y creación de un material versátil y respetuoso con el medio ambiente subraya el papel fundamental del producto en la reformulación de las prácticas de construcción sostenible.
El concepto de ser positivo para el clima significa la capacidad de un producto de secuestrar más dióxido de carbono durante su fase de crecimiento o creación de lo que emitirá durante su producción, promoviendo una reducción neta de carbono en la atmósfera. Además, el énfasis en la ausencia de desperdicio y en la total reciclabilidad o biodegradabilidad garantiza un ciclo de vida sostenible, a diferencia de los materiales convencionales como el HPL o las baldosas cerámicas que requieren un consumo significativo de materia prima y energía durante la producción, contribuyendo en última instancia a altos niveles de residuos.
Mirando hacia el futuro, se ve un inmenso potencial más allá de sus aplicaciones actuales en paredes interiores y revestimientos de muebles. Ward arroja luz sobre la hoja de ruta para el futuro del proyecto, afirmando: "Para mantener las propiedades biodegradables, ahora nos limitaremos a sus aplicaciones en interiores. En el futuro, haremos paneles más grandes y tal vez materiales para pisos".
Ya disponible para entrega en Europa y Estados Unidos, el producto también ofrece documentación técnica accesible a través de su centro de descargas. Si bien el precio del material está alineado con el de las baldosas cerámicas de alta calidad, los costos de procesamiento y fin de vida son significativamente más bajos, posicionándolo como una elección económica y ambientalmente consciente.
CornWall® se puede personalizar en cuanto a color, textura y tamaño, satisfaciendo proyectos personalizados y soluciones sostenibles a medida. Representa un hito en la evolución de los materiales de construcción sostenibles. Sus características innovadoras, su compromiso con la circularidad y su potencial de expansión no solo redefinen el panorama de la construcción, sino que también ejemplifican un enfoque consciente de la arquitectura y el diseño.
Las colaboraciones con Circular Matters y Studio Nina van Bart también representan un compromiso con la innovación y la construcción sostenible, demostrando un esfuerzo conjunto para redefinir el futuro de los materiales de construcción de base biológica e impulsar a CornWall® hacia nuevos ámbitos de posibilidad. En el camino hacia un futuro más sostenible, esta iniciativa es un testimonio de la innovación, la sostenibilidad y el inmenso potencial de los materiales de base biológica en la formación de la arquitectura del futuro.