Arquitectos: AGi Architects Ubicación: Jabriya, Kuwait Tipo: Residencial Área Proyecto: 42.000 m2 – Concurso Fecha Proyecto: 2010 Cliente: Privado Presupuesto: 30 millones € Equipo: Nasser Abulhasan, Joaquin Pérez-Goicoechea, Salvador Cejudo, Daniel Muñoz, Stefania Rendinelli, Bruno Gomes, Lucía Sánchez, José del Campo, Carmen Sagredo, Gwenola Kergall, Nicolás Martín, Ana López, Xavier Espinós, Moyra Montoya, Robert Varghese, Hanan Alkouh, Sharifa Alshalfan, Babu Abraham, Myriam Gil
El proyecto Wafra Living de AGi architects, fue presentado en el concurso privado de un Complejo Residencial en Kuwait, resultado ganador. El estudio pretende crear un nuevo punto de referencia en la ciudad. A continuación las imágenes presentadas en el concurso y la memoria del proyecto por los arquitectos.
El complejo, de 42.000 m2, se encuentra en el distrito kuwaití de Jabriya. Wafra Living ofrece tres clases de apartamentos en régimen de alquiler: categoría media, media-alta y alta. La diferencia entre ellos radica en los diferentes acabados, el tipo de instalaciones a su servicio y el tamaño. Este tipo de exclusividad permite un mejor retorno de la inversión y al mismo tiempo rompe la escala del complejo, personalizándolo en función del usuario.
El proyecto apuesta por crear un entorno de calidad que se diferencie de otros desarrollos residenciales en Kuwait y se base en influencias culturales internacionales y regionales. Para ello, se persigue la creación de una “marca” e identidad distintivas para Wafra Living como uno de los principales objetivos.
Wafra Living aboga por espacios abiertos y públicos contemporáneos, atractivos, inolvidables y seguros, además de medioambientalmente sostenibles. Combina comodidad, facilidad de mantenimiento e instalaciones de uso común que mejoran la interacción social. Al tiempo que responde a las necesidades de privacidad y seguridad, el edificio se integra en el entorno, estableciendo relación con el resto de la ciudad.
La estrategia de diseño se basa en los modelos arquitectónicos tradicionales, donde la vida diaria se sitúa dentro de un marco desarrollado tanto para los entornos privados como para los públicos, de forma natural. El diseño moderno y las aportaciones tecnológicas sirven para mejorar y presentar el concepto global de la vivienda del siglo XXI.
Uno de los principales objetivos del diseño es potenciar la privacidad al máximo dentro de la comunidad, al tiempo que se facilita abundante luz natural y espacios comunes interiores y exteriores. Esto se logra con un edificio en forma de L a lo largo del margen de la calle en los límites norte y este, y un bloque en altura en la parte posterior, que ayuda a definir la calle trasera, más privada. Se han hecho cortes en el edificio delantero para proporcionar mejores vistas a los apartamentos situados en las plantas inferiores de la torre posterior.
Al mismo tiempo, las fachadas adyacentes a los edificios vecinos se han clausurado completamente, para impedir vistas indeseadas y ofrecer privacidad a esos inquilinos.
Para mejorar la relación público/privado en este desarrollo vertical, la planta baja se ofrece al vecindario de los alrededores a través de una zona comercial de 316 m2. Existen los controles necesarios de seguridad a través de puntos de acceso relacionados con una parte específica del edificio.
El acceso de los vehículos está previsto por tres puntos alrededor del solar para aliviar el tráfico en momentos de hora punta.
Por otro lado, a seis metros del suelo se encuentra la zona peatonal privada para la comunidad, permitiendo a la planta baja convertirse en una extensión de la calle que es principalmente pública, para los peatones, y privada, para el acceso de los coches. Esta Plaza Elevada sirve como un espacio comunitario para los inquilinos. La decisión de elevarla se basó en la necesidad de crear un espacio de reunión social seguro que actúe como un amortiguador de la calle concurrida. Minimizará el ruido y creará un espacio comunitario privado para las familias. Aquí se han situado las piscinas, el gimnasio y una cancha de baloncesto.
A medida que se asciende por el edificio, el acceso a las zonas comunes se restringe según la categoría del apartamento. La red de escaleras y plataformas ayuda a relacionar estos espacios y puede utilizarse como una ruta de paseo/ejercicio protegida por la malla.
La malla, un elemento que acoge instalaciones comunes
Se ha creado una “malla” en la fachada como una capa que oculta varios espacios de servicio en los apartamentos que no se relacionan directamente con lo público. Se trata de un elemento uniforme a lo largo del proyecto que se percibe como un espacio construido que tiene varios usos, más que como un paño de fachada estética. Define el complejo empezando en la primera planta y como si creciera como la hiedra, vertical y horizontalmente, complementando al resto de la fachada.
Sirve también para resolver las necesidades de salida de emergencia -escaleras de incendio- e incluso como una ruta de acceso y ejercicio para los usuarios, ya que conduce a varias plataformas exteriores que podrían utilizarse como puntos de encuentro para actividades de ocio y tiempo libre.
La malla se ha materializado en el edificio en L, lo que permite situar los principales espacios de estar de los apartamentos frente a las calles, mientras que los servicios -cocinas, baños, etc.- se enfrentan al patio interior. La malla asciende por las fachadas interiores y trepa hasta la azotea para envolver varias instalaciones comunes. Ofrece mayor privacidad a los apartamentos que están detrás y mejores vistas a los que están al frente.