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Arquitectos: Coz, Polidura y Volante Arquitectos; Ramon Coz Rosenfeld, Marco Polidura Alvarez, Eugenia Soto Cellino, Ignacio Volante Negueruela
- Año: 2009
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Fotografías:Sergio Pirrone , CPVARQ, Karin Hofert
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Proveedores: Hunter Douglas, Sika, Acma, BASF, Budnik, Cintac®, Codelpa, Collins & Aikman, Cordillera/Crest, Duromarmol, Fanaloza, Geoterra, HR, Imperpol, Indalum, Policret, Portland, Scanavini, Vitrolux
Historia
En 1892 la compañía de metales Huanchaca de Bolivia establece en el sector denominado playa blanca de Antofagasta, una refinería de plata que llegaría a ser la más grande y moderna de Sudamérica.
Sin embargo, el descenso del precio de la plata en los mercados internacionales, la producción de minerales de menor ley que años anteriores y problemas en el yacimiento de Pulacayo, produjo una paulatina decadencia que culminó con la paralización de la planta en 1902.
Comienza así el proceso de desmantelamiento de las instalaciones, primera causa del deterioro de las ruinas que se mantuvo hasta hace pocos años.
Contexto urbano
Los terrenos donde se ubican las Ruinas de Huanchaca, propiedad de la Universidad Católica del Norte, junto a los terrenos que hasta hace pocos años pertenecieron al ejercito, comprenden una extensa superficie de la ciudad de Antofagasta que comprende la Av. Argentina por el oriente hasta el borde del mar en el poniente y desde el campus urbano de la universidad Católica del Norte por el norte hasta el acceso sur de Antofagasta por la ruta La Negra.
En 1974, las Ruinas de Huanchaca son nombradas monumento nacional por el Consejo de Monumentos Nacionales. Esta área había permanecido sin mayores intervenciones a pesar del gran desarrollo y crecimiento urbano de la ciudad hacia el sur.
Concurso
La situación de abandono y deterioro de este sector, incluyendo el monumento nacional, motivo en 1996 un llamado a concurso nacional de arquitectura y urbanismo con el fin de evaluar alternativas de solución arquitectónica y de desarrollo urbano del monumento Ruinas de Huanchaca y su entorno.
La finalidad del llamado a concurso fue consolidar el área como lugar cultural, patrimonial y de infraestructura, el cual a su vez fuese integrado a la ciudad a través de una potente puesta en valor de la zona para futuros desarrollos urbanos, incluyendo infraestructura deportiva, parques y desarrollos inmobiliarios.
La importancia del monumento a nivel nacional queda expresada en las instituciones que participan de este llamado a concurso:
- Gobierno Regional
- Gobernación Provincial de Antofagasta
- Universidad Católica del Norte
- Municipalidad de Antofagasta
- Corporación Pro Antofagasta
- Colegio de Arquitectos
- Consejo de Monumentos Nacionales
En el año 2008 la empresa Enjoy, en el marco de la apertura para el desarrollo de nuevas plazas para casinos a lo largo del país, presenta su propuesta de Casino y Hotel para la ciudad de Antofagasta incorporando parte del proyecto ganador de 1996. La empresa Enjoy, unida a la Universidad Católica del Norte, obtiene la plaza y forma así la Fundación Ruinas de Huanchaca, institución rectora del plan de desarrollo y puesta en valor del monumento, que incluye como punto inicial la creación del Museo del Desierto de Atacama, el museo temático mas importante del norte de nuestro país.
A partir de la propuesta ganadora se desarrolla el Seccional Angamos que define las condiciones para el desarrollo del sector mencionado. Entre las más importantes se encuentra la continuación de la Av. Angamos hasta La Negra, que delimita una zona de protección para la Ruina y constituye una nueva conexión Norte - Sur de la ciudad.
Actualmente, la avenida Angamos se encuentra ejecutada hasta el sector del Casino y Hotel de Enjoy y la zona de protección del Monumento, incluyendo el Museo del Desierto de Atacama, constituyéndose estos en remate de la avenida hacia el sur.
El proyecto de puesta en valor del monumento comprende la limpieza e iluminación de la Ruina y el mejoramiento de las explanadas de su base, así como la incorporación de un anfiteatro al aire libre y del Museo del Desierto de Atacama.
El museo, en términos generales, plantea espacios dedicados a destacar y perpetuar la memoria y el legado histórico de la región, tomando como bases la Geología, Arqueología, Antropología y Astronomía, en un contexto de investigación, difusión y creación museográfica abierta a la comunidad nacional e internacional.
Por otra parte, la zona de protección del monumento propone soportes programáticos flexibles capaces de acoger eventos masivos. Es así como el anfiteatro y las explanadas se constituyen hoy en el principal lugar de una diversidad de encuentros, como conciertos, ferias, obras de teatro o fiestas, todo esto con el monumento como escenario de gran escala para la ciudad.
Así mismo el propio museo se constituye en soporte y conector de las explanadas dejando toda la superficie de su cubierta transitable, re significando las vistas al mar y a las ruinas.
Esta condición del lugar apunta a establecer una conexión peatonal entre los sectores altos de la ciudad (Av. Argentina) y el borde. Las futuras intervenciones en la zona de protección del monumento incorporaran elementos programáticos que harán posible recorrer la Ruina, como así también desarrollando otras etapas de la propuesta urbanística que permitirán una incorporación del monumento de forma activa a la vida cultural y social de la ciudad.
Museo del desierto de atacama
La estrategia y forma del museo responde básicamente a dos factores; a la condición topográfica del terreno y a las ruinas, principal referente inspirador del proyecto. De esta forma el proyecto ofrece explicita e implícitamente un correlato al espacio físico que la acoge, que es el entorno al cual se incorpora.
Un desnivel topográfico existente a lo largo del eje oriente-poniente del terreno, divide en dos las explanadas base del monumento, esta diferencia de altura se presenta como un talud de tierra que asume los dos niveles.
El problema se convierte en una oportunidad, dando sentido así a la inserción de un edificio en zócalo como soporte y contención de la tierra, como parte del suelo, el que a través de su forma rampante se convierte en conector, asociando las dos planicies que anteceden al Monumento, procurando mantener intactas las vistas a las Ruinas de Huanchaca y transformándose en una proyección de la meseta superior a través de su cubierta habitable.
La geometría del edificio surge rigurosamente del trazado del monumento, de sus ritmos de repetición de llenos y vacíos; es así como la construcción de las cinco salas rampantes intercaladas por patios calzan matemáticamente con las torretas del nivel intermedio de la ruina, potenciando el dialogo entre lo preexistente y lo nuevo. La sucesión de patios además de resolver los aspectos climáticos e introducir la luz natural, son el soporte de nítidos recuadros a la ruina.
El implacable sol del norte Chileno y el árido entorno, más nuestra intención de crear un espacio interior con una atmosfera más bien oscura que contraste con la fuerte luminosidad exterior y que también cumpla con los requerimientos museográficos, nos lleva a crear un edificio en el cual predomina el lleno sobre el vacío, privilegiando vistas parciales al exterior. Es así como, a través de sus vanos y patios, se filtra la luz dejado su lineal huella en contraste con la sombra proyectada en los macizos muros de hormigón a las distintas horas del día.