"Me gusta comprender la lógica visual de una obra antigua de una dimensión importante. Es el mismo tipo de problema, pero a otros niveles, que comprender la Iógica y funcionamiento de una ventana."
Hoy celebramos nuevamente el natalicio del grande Carlo Scarpa, quien habría cumplido 111 años. Considerado uno de los autores más representativos del siglo XX, este intelectual, artista, arquitecto y diseñador, hizo su mayor contribución a través de la incorporación de los valores de la historia de la arquitectura italiana en sus obras arquitectónicas contemporáneas, como se demuestra en el Castelvecchio en Verona, la Tienda de exhibición de Olivetti en Venecia, el Banco Popular de Verona entre muchas otras.
Nacido en Italia el 2 de junio de 1906, Carlo Scarpa pasó su su juventud en Vicenza y Venecia, donde estudió en la Escuela Superior Técnica y posteriormente en la Real Academia de Bellas Artes, diplomado en diseño arquitectónico, comenzó su actividad docente en IUAV donde continuará hasta 1977, ocupando cargos siempre diferentes.
En un principio Scarpa rehuyó la arquitectura, prefiriendo ejercer como diseñador industrial y de interiores. En 1927, comenzó a colaborar con los maestros de Cristal de Murano, mostrando un talento con materiales que eventualmente lo llevaría a ocupar el cargo de director creativo de Venini entre los años 1933 y 1947.
A pesar de la eventual fama de Scarpa como un gran arquitecto, que en realidad nunca terminó los requisitos educativos de la profesión, y por lo tanto practicó toda su carrera sin licencia - un detalle que no le impidió, y aunque su carrera arquitectónica comenzó más tarde que la mayoría, por el fin en la década de 1930 se estaba volviendo conocido en su comunidad local y por la década de 1940 su fama había crecido hasta alcanzar proporciones internacionales.
Scarpa era conocido por ser un personaje aislado y polémico, sin embargo, fue galardonado con el Premio Nacional Olivetti de Arquitectura, Doctorado Honoris Causa en Arquitectura por el Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia, el Premio de la Presidencia de la República para la Arquitectura, y su prestigio internacional comenzó a desarrollarse, dejándonos algunas de las obras arquitectónicas más significativas de la modernidad.
Con un estilo que era verdaderamente único, la arquitectura de Scarpa contrarrestó las tendencias y encontró la fascinación con el detalle. En 1978, a la edad de 72, Scarpa murió inesperadamente tras una caída por un tramo de escaleras. Hoy descansa en el sitio de uno de sus propios diseños - el Cementerio Brion-Vega.