El Pabellón Philips, diseñado por Le Corbusier y Iannis Xenakis, en el año 1958, se erige como una carpa, donde tres puntas crean formas hiperbólicas procedentes de una simple ecuación matemática. Una cáscara delgada compuesta de paneles de hormigón colgados por cables de acero, componen la estructura del recubrimiento, creando una textura que se enfoca en el movimiento de las formas con diferentes direcciones en cada plano.
En los extremos, unos mástiles de acero envuelven los cables que traccionan la estructura.
Para lograr una experiencia en todos los sentidos, el diseño fue elaborado por un equipo multidisciplinar: un arquitecto, un artista y un compositor. Le Corbusier se centró en el desarrollo del interior, y Iannis Xenakis, que entonces trabajaba en la oficina del arquitecto, recibió la responsabilidad del proyecto en el extranjero.
En el interior, un corredor inicial recibe a los visitantes como una composición de Xenakis, que aparte de arquitecto era compositor experimental, y los lleva a través de un pasaje hacia el centro del pabellón.
Con una superficie homogénea, la obra envuelve al público en un espacio de luz y sonido por 8 minutos, mientras se exhibe un video proyectado en las paredes del pabellón, junto al sonido producido por Edgard Varese, elegido para la composición del poema.
"No voy a hacer un pabellón sino un poema electrónico y un jarrón que contiene el poema: luz, imagen, ritmo y sonido incorporados en una síntesis orgánica" - Le Corbusier.
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Arquitectos: Le Corbusier e Iannis Xenakis
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Fotografias: