Descripción enviada por el equipo del proyecto. No hay fronteras entre los ambientes conectados, agrupados por función es la principal característica de la casa Pernambuco. El arquitecto dibujó cuatro ejes perpendiculares a la calla a modo de organizar la distribución interna y externa de la casa.
Dos de ellos coinciden con el lado derecho e izquierdo de la fachada, y los otros dos están al centro creando un gran espacio para el acceso que cruza el proyecto entero.
El espacio central separa la casa en dos espacios. Uno a la izquierda se compone del garaje y servicios. La cocina se abre hacia el estar de modo que los visitantes pueden participar cuando se cocina. Hay una escalera de metal atrás que permite el acceso directo a la terraza del segundo nivel.
En el lado derecho están las piezas y la escalera metálica que conecta el nivel superior. El mismo orden distribuye los espacios externos como la piscina y sauna, siguiendo los ejes perpendiculares a la calle, formando un pabellón en el patio.
En el Segundo nivel, las cuatro piezas en suite siguen la misma lógica del primer nivel, con un hall central de distribución.
En el techo, el vidrio permite una iluminación cenital para los dos niveles. Estas aberturas marcan el eje central.
Mientras la transparencia del vidrio permite la entrada de luz natural, dos aberturas al costado del techo eliminan el aire caliente que entra en la casa debido al flujo por menor densidad, siendo un aporte sustentable.
La superficie del agua bajo la escalera interior entrega humedad al aire en días de intenso calor, y el techo verde del pabellón al lado de la piscina también funciona como estrategia para capear las altas temperaturas de Brasil.
La modulación y la simetría facilitaron la construcción de la casa. Con medidas estandarizadas, alturas uniformes en las vigas y pilares se hizo más fácil el montaje y construcción.