El funcionamiento de las tejas solares ocurre de la misma manera que los paneles fotovoltaicos que ya se utilizan ampliamente en la construcción. La diferencia está en su montaje, ya que estos elementos son parte de la construcción del techo desde un inicio, es decir, conforman modularmente el nuevo techo mientras que los paneles se atornillan a un techo existente.
Las tejas están formadas por células fotovoltaicas que, cuando reciben luz solar, crean un campo eléctrico capaz de proporcionar energía eléctrica para su uso en el interior del edificio. Cada teja es conectada mediante cables al tablero de distribución de energía.