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FRANCE - Architecture school of Bordeaux. Image Courtesy of Saint Gobain
Saint-Gobain ha anunciado los resultados de la 16ª edición de su concurso internacional de estudiantes Multi Comfort. Este año, el desafío fue convertir la zona post industrial de la empresa Coignet en Saint-Denis (Francia) en un espacio de convivencia, aprendizaje y ocio en el corazón de un gran espacio verde, respetando tanto el patrimonio histórico como la necesidad de desarrollo sostenible de una serie de barrios modernos, en colaboración con la ciudad de Saint-Denis.
Conoce los tres proyectos ganadores a continuación.
Una economía circular es un sistema económico destinado a eliminar el desperdicio y el uso continuo de recursos. Mirando más allá del actual modelo industrial extractivo que produce una enorme cantidad de desechos, una economía circular tiene como objetivo redefinir el crecimiento, centrándose en sus beneficios positivos para toda la sociedad. Implica desacoplar gradualmente la actividad económica del consumo de recursos finitos y eliminar los residuos del sistema. Respaldado por una transición hacia fuentes de energía renovables, el modelo circular genera capital económico, natural y social.
Las ciudades están tan arraigadas en la historia de la humanidad que difícilmente nos preguntamos por qué vivimos en ellas o cuál es la razón por la que nos agrupamos en asentamientos urbanos. Ciro Pirondi, arquitecto brasileño, señala que vivimos en ciudades porque nos gusta tener a alguien con quien hablar, mientras que Paulo Mendes da Rocha clasifica la ciudad como "la obra suprema de la arquitectura". La ciudad es el mundo que el hombre construye para sí mismo. Son inmensas construcciones colectivas, palimpsestos, collages de capas de historias, logros, éxitos y fracasos.
La Tierra ha sido principalmente urbana desde 2007. Y se espera que en 2050 el 70% de las personas vivan en ciudades. En los próximos años las megaciudades con más de 10 millones de habitantes se multiplicarán, principalmente en Asia y África, y muchas de ellas se ubican en países aún en desarrollo. Esta proyección despierta una alarma en relación a la sostenibilidad y el cambio climático que catalizan las ciudades. Y, por supuesto, sobre cómo resguardar la calidad de vida de sus habitantes y cómo permitirles prosperar y desarrollarse en contextos que, muchas veces, no son los ideales. ¿Cómo recibirán estos asentamientos urbanos este aumento de población? Si bien sus antiguos centros requerirán cambios y mejoras, sus periferias requerirán el diseño de nuevas viviendas e instalaciones públicas, además de una infraestructura adecuada. ¿Cómo puede este proceso ayudar a que los centros urbanos se vuelvan inteligentes, utilizando la tecnología ya disponible a favor de sus habitantes de forma creativa y eficiente?
Pocas cosas nos irritan más que la exposición al ruido excesivo, o la incapacidad de escuchar lo que necesitamos escuchar. Aunque se trate de un sitio de construcción cercano, tráfico en la carretera, aire acondicionado o un vecino aprendiendo a tocar saxofón, investigaciones muestran que el ruido puede provocar enfermedades cardiovasculares, aumentar la presión arterial, producir dolores de cabeza, cambios hormonales, trastornos del sueño, y reducir el rendimiento físico, mental, y el bienestar general. Por el contrario, un ambiente acústicamente "cómodo" nos permite escuchar adecuadamente, enfocarnos mejor y sentirnos más tranquilos.
La preocupación por crear entornos acústicamente cómodos habitualmente se centra en teatros, salas de conciertos y estudios de grabación. Sin embargo, es particularmente importante en entornos educativos, ya que influye directamente en la relación de la enseñanza y el aprendizaje. La incomodidad acústica puede dañar el proceso de aprendizaje, interfiriendo en la atención y empeorando la comunicación entre estudiantes y maestros.
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Los restaurantes, las tiendas, los hoteles o las oficinas ruidosas son suficientes para ahuyentar a las personas. Al planear una reunión o incluso salir de noche con amigos y amigas, somos conscientes de escoger un lugar donde podamos concentrarnos y oírnos entre sí, porque cuanto más ruidoso sea nuestro mundo, más difícil será concentrarnos en lo que realmente queremos oír.
Desde el comienzo de los tiempos, nuestros oídos nos ayudaron advertir peligros cercanos. Hoy en día su función sigue siendo la misma, pero los peligros actuales son diferentes de lo que eran en el pasado. Los sonidos no deseados pueden tener efectos graves para la salud, tales como: pérdida auditiva, presión alta, dolores de cabeza, cambios hormonales, enfermedades psicosomáticas, trastornos del sueño, reducción del rendimiento físico y mental, reacciones de estrés, agresividad, sentimientos constantes de displacer y reducción general de nuestro estado de bienestar.
Teniendo en cuenta esta lista de efectos colaterales, sería ridículo dejar el confort acústico de nuestros espacios sólo para los especialistas. Cuando los arquitectos tienen la conciencia del confort acústico, el resultado final puede ser extraordinario.
Justo antes de comenzar los confinamientos globales como respuesta a la propagación del ampliamente discutido Covid-19, nos reunimos con los expertos de Saint Gobain en sus nuevas oficinas en París para presenciar una extensa investigación realizada en 2019, con el objetivo de entender las transformaciones que ha sufrido la industria de la arquitectura y la construcción durante los últimos años. Luego de un interesante intercambio de ideas, elegimos los temas más relevantes para ser analizados en profundidad por nuestro equipo de editores, dando como resultado una serie de artículos que combinaron las tendencias identificadas con los insospechados sucesos ocurridos durante 2020, conectándolos directamente con el diseño arquitectónico y nuestro trabajo diario.
Ahora, ya adentrados en un incierto pero prometedor 2021, nos dimos el tiempo de parar y volver a leerlos con detención. ¿Cuántas de esas tendencias siguen vigentes y cuánto han evolucionado? ¿Qué nuevas tendencias aparecen en el pronóstico de los próximos años?
La ventilación tiene dos propósitos principales en una habitación: primero, eliminar los contaminantes y entregar aire limpio. Segundo, satisfacer las necesidades metabólicas de los ocupantes, proporcionando temperaturas agradables (si el tiempo lo permite). Sabemos que los ambientes con ventilación inadecuada pueden generar serios problemas en la salud de las personas y, especialmente en climas cálidos, molestias térmicas. Un estudio de la Universidad de Harvard demostró que en edificios con buena ventilación y mejor calidad del aire (con menores índices de dióxido de carbono), los ocupantes presentaron un mejor desempeño de sus funciones cognitivas, respuestas más rápidas a situaciones extremas y un mejor razonamiento en actividades estratégicas.
Es claro que la ventilación juega un papel esencial en garantizar la calidad del aire y el confort térmico adecuados en los edificios. Todos lo hemos sentido. Cuando hablamos de ventilación, probablemente pensamos en una ligera brisa que entra por la ventana, que se desplaza a través de nuestro pelo y que trae un aroma agradable y una temperatura refrescante, aportando aire fresco y comodidad. En climas agradables, esta experiencia puede ser una realidad bastante cotidiana. En climas extremos y áreas contaminadas, esto puede ser muy diferente.
A través de una encuesta de 2016 realizada a 400 empleados en los Estados Unidos, Saint Gobain descubrió que los ocupantes de los edificios de oficinas habitualmente se quejaban de la mala iluminación, la temperatura, el ruido y la calidad del aire, reconociendo la importancia de mejorar la iluminación y el confort térmico en los edificios al mismo tiempo que mantener un bajo consumo energético y la libertad de diseño para arquitectos y clientes. Su solución fue SageGlass, un innovador vidrio creado por primera vez en 1989 y desarrollado a lo largo de las últimas tres décadas. El vidrio, que cuenta con un acristalamiento dinámico que protege del calor solar y el deslumbramiento, optimiza simultáneamente la entrada de luz natural. Una solución estética y sostenible, que se adapta a las condiciones externas disipando la necesidad de persianas o parasoles.
https://www.archdaily.mx/mx/960287/mas-luz-natural-menos-deslumbramiento-y-calor-como-funciona-el-vidrio-que-se-tine-automaticamenteLilly Cao
En la Bienal de Arquitectura de Venecia 2016, el curador Alejandro Aravena decidió reutilizar 100 toneladas de materiales descartados por la Bienal de Arte anterior para configurar el ambiente de las salas de exhibición. Además de reutilizar 10.000 m2 de placas de yeso y 14 km de estructuras metálicas, la iniciativa pretendía poner en valor, a través del diseño, algo que se desecharía como residuo. Y, sobre todo, permitió sacar a la luz una segunda observación: como arquitectos, generalmente nos limitamos a pensar en nuestros edificios durante el diseño, la construcción y, como máximo, en cómo sus partes resistirán el paso del tiempo. Difícilmente pensamos en qué será de ellos cuando sean demolidos, al final de su vida útil, y esto es algo que, con urgencia, debe entrar en el debate.
Antes de la pandemia, el mundo ya se enfrentaba a una serie de transformaciones globales en el campo de la construcción, donde los países emergentes estaban a la vanguardia de un poderoso cambio económico. Ya que se espera que la población mundial alcance el hito de los 10 mil millones antes de 2100, el sector de la construcción debería poder comprender y adaptarse a las megatendencias que están reformulando el planeta.
Entre 1950 y 2011, la población urbana del mundo se multiplicó por cinco. En 2007, el número de personas que vivían en las ciudades superó al de las zonas rurales. En 2019, el porcentaje ya era del 55% y se estima que para 2050 más de dos tercios de la población vivirá en ciudades. Pero el crecimiento no es constante en todas las partes del mundo. Según el Informe de perspectivas de urbanización mundial 2018 de la ONU, se espera que la población urbana mundial crezca en 2.500 millones de habitantes entre 2018 y 2050, con casi el 90% de ese aumento concentrado en Asia y África. Mientras aumenta la población, también aumenta la demanda de energía, alimentos y agua. Asi, la presión sobre los recursos escasos se ve agravada por el impacto negativo que esto tiene sobre el clima y el medio ambiente.
El concepto de descarbonización se menciona constantemente en discursos políticos y eventos ambientales globales, pero aún no ha recibido suficiente atención desde el campo de la arquitectura para cambiar profundamente la forma en que diseñamos y construimos el mundo del mañana. Los edificios son actualmente responsables del 33% del consumo mundial de energía y del 39% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que indica que los arquitectos deben desempeñar un papel importante si queremos detener o revertir el cambio climático. Dado que el carbono es una medida universal que permite rastrear las emisiones de gases de efecto invernadero de un edificio en particular [1], una de las formas más efectivas para lograr este objetivo podría ser, por lo tanto, la descarbonización de la arquitectura.
https://www.archdaily.mx/mx/944389/tema-urgente-10-estrategias-para-descarbonizar-la-arquitecturaLilly Cao
Con la mayor parte del mundo viviendo en ciudades y pueblos en crecimiento, las personas tienden a pasar la mayor parte de su tiempo en espacios interiores. Cuando no estamos en casa, estamos trabajando, aprendiendo o incluso participando en actividades de esparcimiento en entornos cerrados. Sumando todo, pasamos el 90% de nuestro tiempo en el interior. Por lo tanto, es esencial garantizar una calidad ambiental interior cómoda, productiva y saludable, siguiendo parámetros bien regulados y prácticas de diseño que consideren la temperatura, la iluminación, la contaminación acústica, la ventilación adecuada y la calidad del aire que respiramos. Esto último es especialmente importante, ya que, al contrario de lo que podríamos pensar, la contaminación del aire es mucho mayor en interiores que en exteriores.
En un mundo principalmente urbano, que constantemente tiene que lidiar con problemas complejos como la generación de desechos, la escasez de agua, los desastres naturales, la contaminación del aire e incluso con la propagación de enfermedades, es imposible ignorar el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente. El cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo y es urgente buscar formas de, al menos, desacelerar el proceso. Para ayudar efectivamente en esto, nuestros hábitos de producción, consumo y construcción tendrán que modificarse, o la degradación del medio ambiente y el cambio climático continuarán disminuyendo la calidad y la duración de nuestras vidas y de las generaciones futuras.
A pesar de que parecen intangibles y distantes, los diversos problemas de ineficiencia y desperdicio son mucho más cercanos de lo que podemos imaginar, y están presentes en los edificios que utilizamos a diario. Como arquitectos este problema se amplifica aún más, ya que nos ocupamos diariamente de las decisiones de diseño y la especificación de los materiales. En otras palabras, nuestras decisiones realmente tienen un impacto a nivel global. ¿Cómo podemos utilizar el 'efecto mariposa' en favor de un futuro saludable para nuestro mundo?
Es realmente extraño cómo siempre nos encontramos de mal humor en el trabajo y nuestra productividad sigue disminuyendo a medida que pasa la semana. Para ser justos, no podemos seguir culpando a nuestros colegas, clientes o lunes por nuestro duro día; a veces es la silla en la que estamos sentados, la iluminación fluorescente sobre nuestra computadora o el sonido constante de la impresora cerca del escritorio.
Aparte del hecho de que las personas pasan alrededor del 70-80% de su tiempo en el interior, casi 9 horas de su día se dedican al trabajo; y los estudios han indicado que la calidad ambiental de una oficina tiene efectos a corto y largo plazo en la comodidad, la salud y la productividad de las personas que la ocupan. Si bien la investigación sobre las condiciones de confort en las oficinas sigue siendo relativamente mínima, hemos reunido una lista de factores que han demostrado tener una gran influencia en la comodidad de las personas en los lugares de trabajo.
Con la cantidad de información y tecnologías disponibles actualmente, ya sea de investigación académica o de los propios fabricantes de productos de construcción, hay muy poco espacio para el empirismo y la experimentación al diseñar a escalas diversas. Es más, los conceptos erróneos en las especificaciones de diseño pueden generar enormes costos y dolores de cabeza. Sin embargo, mucho antes de la construcción y la ocupación del edificio, es posible comprender claramente cómo funcionará térmicamente, su capacidad de generación de energía fotovoltaica e incluso cuántos recursos se necesitarán para enfriarlo y/o calentarlo. Existen software, herramientas y aplicaciones que permiten cuantificar todas estas decisiones de diseño, evitando errores, costos adicionales, la producción innecesaria de desechos y garantizando la eficiencia de todos los materiales aplicados.
Las actividades económicas humanas dependen naturalmente del ecosistema global, y las posibilidades de crecimiento económico pueden verse limitadas por la falta de materias primas para abastecer los stocks industriales y comerciales. Mientras que para algunos recursos todavía hay reservas sin explotar, como ciertos metales y minerales, existen otros, como los combustibles fósiles e incluso el agua, con serios problemas de abastecimiento en muchos lugares.
Building Information Modeling (BIM) es un acrónimo cada vez más común entre los arquitectos. La mayoría de las oficinas y profesionales ya están migrando o planean cambiar a este sistema, el cual representa digitalmente las características físicas y funcionales de un edificio, integrando información variada sobre todos los componentes presentes en un proyecto. A través de los softwareBIM es posible crear modelos virtuales precisos, entregando un mayor control de los costos y aumentando la eficiencia del proceso. También es posible simular completamente el edificio, entendiendo su comportamiento antes del inicio de la construcción, y entregando soporte a lo largo de todas sus fases, incluso una vez terminado o durante su desmantelamiento y demolición.