La oficina holandesa Mecanoo Architecten ha revelado sus planes para la nueva estación Kaohsiung, la pieza central del proyecto de ferrocarril subterráneo para la zona metropolitana de Kaohsiung en Taiwán.
En un proyecto de 8,5 hectáreas, el proyecto servirá como un conector verde que centralice diversos modos de transporte. Según los mandantes, esta estación representará la visión de Kaohsiung para su futuro como ciudad sustentable.
¿Están las construcciones cubiertas de árboles en sintonía con los principios ecológicos y sustentables, o son simplemente una forma de greenwashing? Esta es la pregunta que se plantea Kurt Kohlstedt en su ensayo, Renderings vs. Reality: The Improbable Rise of Tree-Covered Skyscrapers, para 99% Invisible. El autor señala que los diseños con vegetación se originan por múltiples razones: la apariencia de sustentabilidad, mejor aire y puntos de vista o apelar a futuras inversiones, pero la mayoría de estos conceptos nunca dejan el papel o la arquitectura virtual.
Por tantas razones por las que estos edificios se han hecho populares, hay detractores de por qué no se pueden construir, incluyendo obstáculos desalentadores de construcción (hormigón y acero extra), extensos sistemas de riego, mayores complejidades de carga de viento y los árboles mismos que tienen dificultades para adaptarse a sus condiciones de vértigo.
¿Cómo serían las ciudades si se planificaran respetando la vegetación que había antes del desarrollo urbano? ¿Es posible recrear paisajes naturales en entornos urbanos?
El arquitecto belga Luc Schuiten ha desarrollado una propuesta futurista llamada la “Ciudad Vegetal”. En ella, cuestiona las características con que se ha impulsado la arquitectura en los últimos años y el estilo de vida que sigue la mayoría sin preocuparse de la explotación de los recursos naturales.
En esta charla TED, el arquitecto muestra un boceto sobre cómo se imagina que era un distrito de Bruselas en 1800, cómo lucía en 1900, cómo era en el año 2000 y cómo podría ser en el futuro si se diseña con elementos del biomimetismo, es decir, inspirándose en la naturaleza.
Durante los últimos años y en el futuro, los programas de desarrollo urbano serán los ejes de planeación para el sector de la vivienda y, en gran medida, para el comportamiento económico inmobiliario. La inminente demanda insatisfecha de vivienda, ha provocado el encarecimiento del suelo y un efecto de desplazamiento masivo de los habitantes hacia la periferia de las ciudades. Esta periferia, cada vez más inaccesible, se convierte en una urbe alejada de los centros de trabajo, sin acceso a servicios y, por supuesto, sin una calidad de vivienda óptima e incluyente.
“Un Cuarto Más” es un programa que surge como respuesta a estas dificultades urbanas, dirigido a personas de bajos recursos cuyas viviendas tienen una sola recámara y viven en hacinamiento. El programa es una propuesta impulsada por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), como un proyecto de compactibilidad urbana, en el que se propongan viviendas de al menos dos recámaras, con el fin de mejorar la calidad de vida de sus moradores, específicamente de mujeres jóvenes, quienes por falta de espacio, sufren de violencia intrafamiliar.
La expresión “Ciudad inteligente”, es un término acuñado durante los últimos años que responde a plataformas de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad y un modelo económico-ambiental durable.
Con esta tendencia, el municipio de Tequila, Jalisco, se perfila como una de los próximos desarrollos urbanísticos inteligentes, catalogado por la publicación Forbes como uno de los proyectos más ambiciosos de México hacia el 2020. Según el artículo publicado en 2014, la ciudad se plantea, a partir de la premisa, que el director corporativo de Grupo Cuervo, Juan Beckmann y el director de IBM en México, Salvador Martínez Vidal establecen como un nuevo modelo de gestión eficiente, comprometido con los recursos naturales que logre elevar la calidad de vida de futuras generaciones.
Con motivo de Ekotectura 2016 y por primera vez en Colombia, el especialista en arquitectura sostenible Ken Yeang participó el pasado 6 de mayo en el congreso, permitiendo abrir un debate junto a Gerson Duplat (Colombia), Enrique Browne (Chile) y Ana Elena Gayaranoa (México), acerca de las problemáticas actuales en temas de sostenibilidad ambiental. Tras tres días de numerosas charlas y muestras comerciales, el arquitecto malasio se hizo cargo del cierre con una esperada ponencia que enfatizó la urgencia de re-plantear nuestras ciudades a partir de principios biomiméticos.
Considerado una de las 50 personas “que pueden salvar el planeta”, según The Guardian, Ken Yeang ha sido reconocido como el arquitecto más importante de Malasia. Su visión como arquitecto ecologista, planificador, pionero en eco-designers, y escritor prolífico, formuló teorías determinantes en la evolución del diseño verde y es llamado padre de los "rascacielos bioclimáticos y sostenibles".
La primera escuela sustentable diseñada por Michael Reynolds en Latinoamérica ya es una realidad. Emplazada en la localidad uruguaya de Jaureguiberry, el proyecto ya cumplió un mes desde su inicio de clases, al cual asisten más de 100 niños de esta comunidad rural.
Su construcción es la materialización de un largo proyecto emprendido por la organización sin fines de lucro TAGMA, que viene trabajando con Reynolds -fundador de Earthship Biotecture- desde un primer contacto hace cinco años tras ver el documental Garbage Warrior, dirigido por Oliver Hodge y que recopila la visión de vida del arquitecto estadounidense.
Con motivo del próximo aniversario de 50 años de la Expo 67, Studio Dror ha propuesto una cúpula de 150 metros de ancho con vegetación para el Parque Jean Drapeau, el sitio original de la Exposición Universal. La nueva cúpula complementaría la Biosfera de Buckminster Fuller, que fue construida como el pabellón de Estados Unidos para la Expo 67.
La integración de la biotecnología en las ciudades es lo que está demostrando la startup francesa Glowee, que desarrolló un sistema de iluminación que usa bacterias modificadas genéticamente (e inofensivas para las personas). El objetivo de la empresa es utilizar este método, que no consume energía eléctrica, para iluminar fachadas, monumentos, vitrinas y espacios públicos, además de paraderos de micros y placas.
La idea nació después que los fundadores de Glowee vieron un documental sobre peces y animales marinos que producen luz propia. ¿Cómo transferir ese sistema de la naturaleza para las ciudades? Las bacterias, que no son tóxicas, reciben un gen de luminiscencia de los calamares y son cultivadas en una solución con nutrientes y azúcar para multiplicarse.
Por 20 años, estos premios han rendido homenaje a proyectos que protegen y mejoran el medio ambiente, a través de un enfoque integrado a la arquitectura, los sistemas naturales y la tecnología.
Un estudio recientemente publicado, titulado 'Lessons from the Leading Edge', informa que los proyectos reconocidos a través de este programa están "superando a la industria por casi todos los estándares de funcionamiento".
La inequidad de género en la arquitectura ha continuado siendo un motivo de preocupación, con una reciente encuesta de AIA que muestra que las mujeres sienten que ha habido poco o ningún progreso en superar los obstáculos de género. Tras la reciente muerte de Zaha Hadid, una poderosa pionero y modelo a seguir para las arquitectas, el diario New York Times (NYT) lanzó una encuesta online pidiendo a arquitectas alrededor del mundo a que compartieran sus experiencias en la profesión.
Después del salto, lee algunas de las reflexiones rescatadas por NYT.
La Universidad de Monterrey y la empresa Xignux convocan a estudiantes de universidades del área metropolitana de Monterrey a formar equipos multidisciplinarios y participar en el Concurso Premio Xignux-UDEM: Concurso en energía alternativa y construcción sostenible, III Edición 2016.
Las actividades que realizan las empresas, industrias y las personas, emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera -entre los que se encuentran el dióxido de carbono, metano y ozono, etc.- que causa impactos negativos en el medioambiente.
Desde hace unos años, este impacto es posible cuantificarlo usando la huella de carbono, una medición adoptada por diversas naciones y organismos internacionales con el objetivo de generar conciencia sobre el daño que se hace al entorno y así promover hábitos más amigables con el mismo.
En Nueva Delhi, un 70% de la energía que se usa proviene de otros lugares del país y más de un 50 por ciento es generada con carbón.
En gran medida, la presencia de esta última fuente de energía es la que influye en los altos niveles de contaminación atmosférica que afectan a la capital india y que en 2014 la posicionaron como la ciudad más contaminada del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La migración del campo a la ciudad que el gobierno chino ha impulsado en los últimos años es parte de un plan mayor que se estima que comprende trasladar a 250 millones de personas. Si bien la cifra es mayor y da cuenta de la envergadura del plan, aún así es difícil imaginar lo que representa.
No es ningún secreto que en la profesión de la arquitectura una de las mayores fuentes de culpa es nuestra dependencia del hormigón. Los arquitectos son más propensos a tener en cuenta las implicaciones ambientales de este material, y sin embargo continúan utilizándolo a un ritmo alarmante. Pero, ¿qué alternativas existen? En un artículo deForbes, Laurie Winkless explora tres alternativas que tienen una buena oportunidad de cambiar la construcción en hormigón.
El agroecologista Amlankusum, junto con Vincent Callebaut Architectures, han creado Hyperion, un ecobarrio vertical de energía positiva propuesto para Jaypee Sports Green City en la Región de la Capital Nacional de Delhi (NCR) en la India. Con el objetivo de "reconciliar la desnaturalización urbana y la agricultura a pequeña escala con la protección del medio ambiente y la biodiversidad", el proyecto combina elementos de baja y alta tecnología con el "objetivo de descentralizar la energía y desindustrializar los alimentos".