En el teatro del Sesc Pompéia, Lina Bo Bardi diseñó un escenario central con dos plateas, revelando la estructura y todas las funciones del programa, y renunciando a los mobiliarios tradicionales para sus asientos. Su idea era que los asientos no tuvieran tapizado, que estuvieran cerca unos de otros y que estimularan una postura más altiva, atenta y consciente de la audiencia, honrando así, según ella, el antiguo arte del teatro.
Del mismo modo que somos conscientes de que las características de los espacios alteran nuestro estado de ánimo, sentimientos, concentración y aprendizaje, al considerar la experiencia integral del usuario, el diseño de los muebles debe tomarse en serio. Y cuando hablamos de escuelas y entornos de aprendizaje, muchas veces la misma atención dada al área pedagógica no es conferida a los espacios y la estructura física.