El padre de la arquitectura iraquí Rifat Chadirji falleció a los 93 años, el 10 de abril en Londres, después de contraer el nuevo coronavirus. Nacido en 1926 en Bagdad, es responsable de más de 100 obras arquitectónicas en todo Irak.
Algunas de sus obras más icónicas incluyen el Monumento a la Libertad de la Plaza Tahrir, la Sede del Monopolio del Tabaco en 1965, la Oficina Central de Correos en Bagdad en 1975 y el Monumento al Soldado Desconocido, una de sus intervenciones culturalmente más significativas diseñada en 1959, demolida en 1982 y luego reemplazado por una estatua de Saddam Hussein en 2003.
Figura 1: Bajo la nueva política de la Unión Europea, la reconstrucción fiel de, digamos, la campanilla de Venecia, si hubiera un colapso (como sucedió en 1902) estaría prohibida; hoy, se tendría que arreglar con un elemento “contemporáneo”. Algo así como este edificio Madrileño. (Fotos en dominio público)
Imagínese el siguiente escenario. Es 1902, y ante la gran sorpresa y desolación de los ciudadanos de Venecia, la hermosa torre de la campanilla de su Plaza de San Marco colapsa. Esa misma tarde, el consejo comunal de la ciudad vota aprobando 500,000 Liras para su pronta reconstrucción “com’era, dov’era” — “como era, donde estaba”. Ambos, los residentes del futuro y los visitantes podrán continuar disfrutando de esta hermosa estructura, misma que ha sido restaurada y ampliada muchas veces en el pasado.
Pero de repente una autoridad desde un lugar lejano exige: “¡Las nuevas regulaciones no permiten esto! Nuestras políticas de financiación requieren que “todo proyecto debe utilizar un diseño contemporáneo”, ya sólo se pueden utilizar estilos aprobados vanguardistas, y ya no pueden utilizar los estilos locales tradicionales de Venecia. Restaurar fielmente sería “falsificar la historia”, es “mezclar lo falso con lo genuino”, y ¡decretamos que esto genera consecuencias desastrosas!” Entonces el proyecto no se repara como era y algo completamente “contemporáneo” se construye en su lugar.
La arquitectura moderna sentó nuevas prioridades en torno al habitar. Si bien los arquitectos que formaron parte de este movimiento poseían intereses y búsquedas muy heterogéneas, es posible encontrar ciertos puntos de contacto que vincula sus modos de operar. Basándose en nociones higienistas, la iluminación y la ventilación de los espacios arquitectónicos se asentó como una de las búsquedas de mayor prioridad. La conexión y continuidad entre losinteriores y los exteriores comenzó a potenciar una arquitectura de límites indefinidos, donde los jardines, las terrazas y los patios –así como sus paralelos a escala urbana: parques, plazas y boulevares- comenzaron a tomar una mayor relevancia. De esta manera, los solariums, las piscinas, los estanques y todas las áreas asociadas al “ocio en el exterior” comenzaron a diseñarse de manera integral, formando parte del proyecto arquitectónico.
El Movimiento Moderno podría describirse como uno de los estilos más optimistas en la historia de la arquitectura, basándose en las nociones de utopía, innovación y la reinvención de cómo los humanos vivirían, trabajarían e interactuarían. Como reflexionamos en nuestra Guía AD Esenciales del Movimiento Moderno, esta filosofía todavía domina gran parte del discurso arquitectónico actual, incluso reconociendo que el mundo que estructuró todo este movimiento ha cambiado por completo.
Mientras despedimos el 2019 –un año que vio el centenario de la Bauhaus–, hemos recopilado una lista de estilos arquitectónicos clave que definieron el Movimiento Moderno en la arquitectura. Esta herramienta para comprender el desarrollo del diseño del siglo XX se complementa con ejemplos de cada estilo, mostrando la práctica que se encuentra detrás de la teoría.
"El interés por la condición urbana de treinta y ocho edificios de vivienda de pequeño y mediano formato ubicados en la comuna de Providencia, que dan lugar a un detallado catálogo de obras realizadas entre 1930 y 1970, permite comprobar cuán relevante han sido las propuestas de arquitectura de este período en la creación y conformación del proyecto moderno de ciudad en Santiago de Chile.
Cuando estudiamos los proyectos residenciales proyectados por Amancio Williams, usualmente hacemos referencia a su emblemática Casa sobre el Arroyo -construida en Mar del Plata entre los años 1943 y 1946- o a su activa participación en la dirección técnica de la Casa Curutchet de Le Corbusier. Pero ¿existen otros proyectos de vivienda diseñados por este arquitecto? ¿qué ideas y conceptos claves de la modernidad nos permiten vislumbrar? ¿qué influencias tuvieron en el desarrollo de la arquitectura argentina?
Mirando hacia atrás en la historia de la arquitectura, podríamos pensar que la mujer no tuvo mayor influencia, pero esto no es totalmente cierto. Grandes nombres como Le Corbusier, Mies, Wright y Kahn tuvieron compañeras femeninas igualmente inspiradas, pero la estructura rígida de la sociedad hizo que sus contribuciones pasaran desapercibidas.
Parc de la Villette de Tschumi . Imagen cortesía de The Architectural Review
Si definimos "deconstructivismo" (aunque no es una palabra verificada en el diccionario), se traduce literalmente en la destrucción o demolición de una estructura construida, ya sea por razones estructurales o simplemente por un acto de rebelión. Quizás es por esta razón que muchos malinterpretan el movimiento deconstructivista.
El deconstructivismo no es, de hecho, un nuevo estilo arquitectónico, ni es un movimiento de vanguardia contra la arquitectura o la sociedad. No sigue "reglas" ni adquiere una estética específica, ni es una rebelión contra un dilema social. Es la liberación de infinitas posibilidades de jugar con formas y volúmenes.
Imagen Cortesía de Joe Belcovson para el Salk Institute for Biological Studies. En 2012, el Getty Conservation Institute fundó su Iniciativa para la Conservación de la Arquitectura Moderna (CMAI), sumándose la beca Keeping It Modern de la Fundación Getty dos años después. Trabajando en conjunto, los dos programas se dedican a apoyar nuevos métodos y tecnologías para la conservación de los edificios modernos. El Instituto de Estudios Biológicos Salk de Louis Kahn (1965) en La Jolla, California, ha sido el beneficiario tanto por la CMAI como por la Keeping It Modern.
La Iniciativa para la Conservación de la Arquitectura Moderna (CMAI) y labeca otorgada por el programa “Keeping It Modern” buscan apoyar nuevos métodos e incursionar en el desarrollo de nuevas tecnologías para la conservación de edificios representativos de la arquitectura moderna.
Playtime (Jasques Tati, 1967). Via screenshot do filme
Si existe entre las artes una disciplina capaz de acercarse a la arquitectura, es el cine. La habilidad de representar espacios en movimiento a lo largo del tiempo acerca al cine de la arquitectura de un modo que huye de los límites de la pintura, de la escultura, de la música –considerada por mucho tiempo el arte más cercano a nuestra disciplina– e incluso de la danza. La cuestión del espacio es central tanto en el cine como en la arquitectura y aunque se ocupan de él de maneras diferentes, se aproximan al proporcionar una experiencia corporal –y no sólo visual– del entorno construido.
Le Corbusier, pionero del movimiento moderno en la arquitectura. Sin dudas a lo largo de su carrera viajó recorriendo proyectos por todo el mundo. En esta ocasión, mapeamos sus 17 obras construidas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en conjunto con otros de sus clásicos para que te animes a salir y experimentarlas en persona.
Amancio Williams con maqueta del proyecto para Tres hospitales en Corrientes. Image Cortesía de Archivo Williams - Director Claudio Williams
Usualmente cuando se habla de la arquitectura de Amancio Williams, se coloca el foco de estudio en sus edificios construidos, en la cara tangible de su profesión. Además de un gran arquitecto, era investigador, creador, vanguardista y visionario. Estudioso de las posibilidades técnicas de su época, volcaba su desarrollo teórico y su pensamiento en el campo arquitectónico como si se tratara de un laboratorio.
Esto queda en evidencia en los proyectos que Amancio desarrolla para las viviendas en el espacio (1942), la sala para el espectáculo plástico y el sonido en el espacio (1942), el aeropuerto de Buenos Aires (1945) el edificio suspendido de oficinas (1946) y la primera ciudad en la Antártida (1980), que abordaremos a continuación.
Instituto de Previsión Social (Soto & Rivarola. 1959). Maqueta en corte: Diana Aguilar, Maxi Billerbeck, Christian Navotka, Florencia Calvo y Bruno Lefalle.. Image Cortesía de Elías Barczuk
Frecuentemente consideramos al patrimonio como un conjunto de bienes susceptibles de estima que una persona o un grupo de ellas adquiere por herencia. Si bien algunas veces nos sentimos completamente identificados con su significado y con aquel legado que nos conceden, son vastas las ocasiones en las que desperdiciamos sus bondades.
La cultura más importante de la arquitectura moderna castellana, y del siglo XX, nació de la mano de Rafael Aburto [1913-2014] y sus coetáneos; de esa generación olvidada. Una generación de entreguerras, de trincheras no sólo en batalla, sino también arquitectónicas. Un compendio de arquitectos que tuvieron que afrontar, además de los estragos de la guerra civil española, un tradicionalismo inocuo; rodeados de profesionales que no habían leído, ni sabían, ni habían visto casi nada. La tradición era la que soportaba las cosas, en este caso la española. La propia guerra civil marcó un revés generacional en la profesión, como no podía ser de otra manera; pero no sólo en la correspondida a Rafael Aburto, sino también en las venideras.
La diferencia generacional pasaba por el único filtro de haber hecho la guerra. Oíza tenía dieciocho años cuando estalló la misma; Sota, Cabrero, Coderch, Aburto… fueron reclamados para la batalla, combatiendo en el bando nacional en su mayoría. Una vez finalizada la guerra, la imagen de España no recuerda la que tenía una vez que esta comenzó; y el pensamiento arquitectónico tampoco. Los arquitectos, de vuelta a la profesión en los años cuarenta, se encuentran con una tradición ya anticuada, prácticamente inservible; y también con una modernidad precaria, en la que no había densidad ni conocimiento. Es por ello que personajes como Aburto irrumpen, esos arquitectos de la generación de posguerra, asumiendo un papel de pioneros o, al menos, mostrando su empeño por romper con los lazos del academicismo y abrazar una modernidad propia.
vía Wikipedia user: Daviddavid00 Licensed under CC BY-SA 2.0
Desde La Candelaria hasta Teusaquillo y Santa Fe, la arquitectura moderna de Bogotá no solo evidencia una aparición contrastante con el pasado histórico de las formas locales, sino que fue un llamado a pensar nuevas maneras de abordar la modernización del Estado colombiano hacia 1930.
Los sitios de la ciudad presentados son una excusa. Una invitación para recorrer la ciudad y conocer un patrimonio arquitectónico que es diferente, pero que también es parte del contexto urbano y de los ciudadanos de Colombia.
Esta guía no es un catálogo. Es una invitación abierta a todos para salir a caminar por la ciudad mientras comparten la historia de la arquitectura construida durante la segunda mitad del siglo XX.
Así se introduce la Guía de arquitectura moderna de Ciudad de Guatemala, con textos de Raúl Monterroso, Gemma Gil y fotografías de Andrés Asturias. Un proyecto editorial del Centro Cultural de España en Guatemala que aborda un análisis descriptivo de 35 inmuebles, estructurados en cinco recorridos distintos, con el ánimo no solo de sintetizar una serie de características físicas, sino de provocar una observación reflexiva, analítica y crítica sobre el entorno que nos rodea.
Como señala Raúl Monterroso, mientras nos comparte cinco de estos sitios que todo arquitecto debe conocer y visitar, el objetivo es acercar a la gente con los edificios del movimiento moderno en Guatemala. Una invitación a caminar por la ciudad e identificarse con un patrimonio edificado diferente, pero que también es parte del contexto urbano y conforma el paisaje. Conoce una parte más de la arquitectura moderna de Latinoamérica, a continuación.
La Humanidad se ha obsesionado con romper sus límites, estableciendo récords únicamente para romperlos una y otra vez. Así el skyline de nuestras ciudades siempre ha sido definido por quienes ostentan el poder en cada época: alguna vez fueron las iglesias, luego las instituciones del Estado y en las últimas décadas, han sido los rascacielos privados los que nos recuerdan quienes son los que pueden llegar más alto, literalmente.
El cine Tauro es una joya arquitectónica (olvidada) en el centro histórico de Lima.
Su construcción data de 1957 a 1959. Esta obra de Walter Weberhofer, incansable arquitecto moderno de los años 50 y 60, fue concebida como un complejo mixto de entretenimiento, comercio y oficinas que serían parte de un sistema de una torre de 10 niveles. Del proyecto original denominado antiguamente “Cine Washington” solo fue posible edificar 3 pisos comerciales con su respectivo sótano y el complejo del cine cuya fachada se orientaba a una plaza triangular, dando a la esquina -comprendida por las calles Washington y Delgado- una imagen urbana cinematográfica que rompía con lo cotidiano.