Cuenta Tim Fernholz que a fines de los años noventa, el economista danés Bent Flyvjberg le siguió el rastro al que era el puente en suspensión más largo y el segundo túnel más largo del planeta, ambos construidos en su natal Dinamarca. El proyecto fue un fiasco, según el economista: desde los sobrecostos hasta las inundaciones e incendios, pasando por la resignación de los contribuyentes antes que finalizara su malograda construcción. No obstante, no existía estudio exhaustivo alguno que asumiera que esos descalabros fueran típicos en esa categorías de proyectos.
¿Por qué los humanos se obsesionan con los edificios más grandes, los puentes más largos, los túneles más profundos y otras maneras de desperdiciar miles de millones de dólares?