Fundació Mies van der Rohe propone más de cien actividades para disfrutar en casa como parte de la Semana de Arquitectura 2020 de Barcelona. La cuarta edición de este evento tuvo comienzo el jueves 7 de mayo y ofrece más de cien actividades, adaptadas a un formato en línea. Los eventos incluyen la transmisión de charlas y reuniones, debates y recorridos virtuales por varios espacios de la ciudad.
Las oficinas de arquitectura han estado en el ejercicio de profundizar en cuestionarse sobre la proyección al futuro que replantea la coyuntura tras el confinamiento y las nuevas dinámicas de cómo se vive la ciudad y el territorio. En esta ocasión, ruta4 taller de Pereira, Colombia, nos presentan su mirada sobre cómo se ejerce la profesión en el país y su replanteamiento hacia una práctica mas participativa por el beneficio de los usuarios de las comunidades. El taller de arquitectura pereirano ha expuesto ejemplares de arquitectura colaborativa como el taller de Urbanautas o la Casa Ensamble Chacarrá entre otros proyectos con los cuales han demostrado en experiencia que la arquitectura empática es una viabilidad acertada.
PARÍS, FRANCIA 22 de marzo de 2020 : ciclista con mascarilla en la Avenida de los Campos vacía durante la cuarentena del Covid-19. Imagen vía Shutterstock/ Por Frederic Legrand - COMEO
Siguiendo el ejemplo Milán, París planea mantener sus calles libres de vehículos incluso luego de que las medidas de distanciamiento social se levanten parcial o totalmente. La alcaldesa Anne Hidalgo anunció recientemente que la capital francesa está considerando la posibilidad de mantener algunas de las medidas que restringen el uso de vehículos de motor en la ciudad de París -introducidas durante el período de cuarentena-, convirtiéndolas en nuevos instrumentos para combatir la contaminación y la congestión en la capital.
Las ciudades solían ser aclamadas por su diversidad cultural, con un dinamismo próspero y resonante. Pero hoy, reinan las escenas de desesperación, ya que las tiendas están cerradas, las calles se sin vida y desde nuestros hogares, ya no disfrutamos de la vitalidad económica urbana. A medida que numerosas empresas se enfrentan a la quiebra, otras se dan cuenta de que, con la tecnología, trabajar a 100 km o 5 km de distancia no hace ninguna diferencia. Debido a que el COVID-19 detuvo nuestra economía urbana, e funcionamiento de las ciudades está siendo cuestionado nuevamente. La forma en que reaccionemos a esta crisis dará forma a las ciudades que habitaremos en las próximas décadas.
https://www.archdaily.mx/mx/939060/covid-19-una-oportunidad-para-atender-la-desigualdad-urbanaZaheer Allam, Gaetan Siew and Felix Fokoua
La pandemia de COVID-19 2020 está forjando cambios en todos los sectores de la sociedad. Aprovecharlos debería ser el ímpetu para una revisión del sistema educativo que lleva mucho tiempo retrasado, particularmente con la forma en que enseñamos arquitectura.
Cada día durante la pandemia, descubrimos que lo que antes era imposible, ahora es posible. Como dijo Thomas Friedman sobre el aprendizaje en línea en 2012, "se producen grandes avances cuando lo que de repente es posible cumple con lo que es desesperadamente necesario."
Ahora nos encontramos en una posición en la que tenemos que repensar todo para combatir este virus. Esta pandemia nos hará repensar el aprendizaje ya que los sistemas educativos completos se ven obligados a moverse en línea. En general, la mayoría de las instituciones de educación formal no están produciendo los pensadores creativos que el mundo necesita con urgencia. Las soluciones a la pandemia de COVID-19 requieren un pensamiento creativo, y la forma en que enseñamos actualmente en las instituciones produce un pensamiento grupal. Nuestra educación dependiente, no saca lo mejor de las personas.
Una pandemia global puede cambiar la forma de ver las cosas. En Greenwich, Connecticut, como en la mayoría de los lugares, los restaurantes, bares y las escuelas están cerrados y el tráfico es escaso ya que la gente se queda en casa manteniendo el distanciamiento social.
Pero cada día de la semana, cuando sale el sol y se posa sobre las calles inquietantemente tranquilas del distrito comercial del centro histórico, el edil Fred Camillo todavía se dirige a la oficina. Camillo trabaja en el Ayuntamiento, un edificio público que ha estado fuera del alcance del público y de la mayoría de los empleados desde mediados de marzo, cuando todo Connecticut entró en un estado de bloqueo en constante evolución tras una orden ejecutiva del gobernador Ned Lamont en respuesta al brote de COVID-19.
Foster + Partners ha creado una serie de desafíos arquitectónicos para que los niños aprendan y se diviertan durante la cuarentena. Las plantillas y actividades disponibles incluyen hacer rascacielos de papel, crear su propia ciudad, dibujar árboles e imaginar el futuro.
La Plaza del Ayuntamiento en Vilnius, Lituania. Imagen vía Shutterstock / Por Donatas Dabravolskas
La capital Lituana, Vilnius, decidió asignar sus espacios públicos a bares y cafeterías, para alentar la reapertura de restaurantes bajo las medidas de distanciamiento físico requeridas. Convirtiendo el espacio al aire libre en un gran café abierto, la ciudad está tomando nuevas medidas de seguridad para pasar a la siguiente fase de la emergencia.
Si bien la mayoría de los parques y jardines públicos se cerraron en todo el mundo en un intento por detener la propagación del brote de COVID-19, Studio Precht presentó un proyecto de espacio verde diseñado para cumplir con las reglas de distancia física. Titulada "Parc de la Distance", la propuesta introduce un nuevo concepto de espacio exterior, que protege la distancia física y promueve la soledad contemplativa a corto plazo.
En los últimos 30 días, las búsquedas en Amazon de productos sin contacto, como dispensadores, termómetros y llaves automáticas han aumentado hasta en un 2000%. Mientras aumenta la ansiedad por la propagación del COVID-19 a través del contacto o las superficies compartidas, estas tecnologías ofrecen una solución potencial para las oficinas u organizaciones que luchan por mantenerse en funcionamiento sin aumentar el riesgo de propagación viral.
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Foster + Partners. Imagen cortesía de Foster + Partners
Los arquitectos de todo el mundo han puesto sus conocimientos en práctica en la lucha contra el COVID-19. Mientras que algunos diseñaron instalaciones alternativas para aumentar la capacidad de los hospitales, otros imaginaron diferentes tipos de engranajes de protección facial para ayudar con la escasez mundial de caretas. Utilizando tecnología de impresión 3D, técnicas fáciles de ensamblar y material de bajo costo, empresas, universidades e individuos han movilizado su experiencia para crear protectores faciales para ciudadanos y personal médico.
Tras el aislamiento y distanciamiento social abrimos el espacio de entrevistar algunos arquitectos y arquitectas para explorar la mirada de su pensamiento arquitectónico desde la empatía por la situación en la que estamos todos. A través del formato en vivo del Instagram de ArchDaily Colombia, uno de estos entrevistados fue Antonio Yemail, cabeza a cargo del estudio en Bogotá Yemail Arquitectura.
Han pasado casi dos meses desde que comenzó el régimen de cuarentena en varios países como una estrategia para reducir la tasa de transmisión del coronavirus. Desde entonces, una parte considerable de los profesionales de la arquitectura ha comenzado a adoptar el teletrabajo u oficina en el hogar, siguiendo los proyectos ya iniciados, respaldados por una serie de nuevas herramientas de reunión en línea, almacenamiento de documentos en la nube y modelos BIM.
https://www.archdaily.mx/mx/938536/que-podemos-hacer-para-superar-o-evitar-la-proxima-crisis-en-arquitectura-y-construccionEquipe ArchDaily Brasil
New York, NY / USA - March 12, 2020. Imagen vía Shutterstock/ por hector de jesus
A medida en que el distanciamiento social se convierte en la nueva norma en la lucha contra COVID-19, a las personas les resulta más complicado mantenerse al día con la regla de los dos metros de distancia en ciudades densas. Por este motivo, el planificador urbano Meli Harvey desarrolló un mapa de Nueva York que muestra el ancho de las aceras en la ciudad, con el objetivo de resaltar las áreas públicas donde se puede mantener el distanciamiento social.
La ciudad como la conocemos está colapsando y es incapaz de plantear nuevas alternativas de vida. El virus nos está obligando a asimilar el agotamiento de las edificaciones que comprende la ciudad y de los sistemas en cómo ha sido concebida toda la urbe en sí misma. Actividades básicas separadas por kilómetros de distancia entre calles que no pueden ser transitadas, naves y galerías como envolturas cerradas y aclimatadas artificialmente que ya no admiten concentraciones, y que por ende tampoco son visitables, capsulas infrahumanas apiladas una sobre otra en torres que no contemplan espacios abiertos, áreas comunes, ni naturaleza, donde prácticamente no existe contacto con el exterior, serán cada vez mas disfuncionales con el paso el tiempo.
A medida que la infraestructura sanitaria se abrumando y los hospitales de todo el mundo están alcanzando sus capacidades, surgen posibilidades alternativas. En respuesta a la escasez de camas y la saturación de las instalaciones, arquitectos de todo el mundo están tomando medidas en la lucha continua contra el coronavirus. Enfocando su conocimiento para encontrar soluciones de diseño rápidas y eficientes que se puedan implementar en cualquier sitio, proponen estructuras flexibles, ensambladas rápidamente, móviles y simples. Con un calendario muy ajustado, algunos proyectos ya están implementados y en servicio, mientras que otros permanecen en un nivel conceptual, esperando ser adoptados.
Muchos de nosotros ya hemos vivido o estamos viviendo en algún tipo de vivienda comunitaria. Ya sea por una experiencia universitaria de vivir en un dormitorio o en una comunidad de jubilados llena de otras personas mayores, el concepto vagamente definido, pero cada vez más popular, de co-living ha tomado muchas formas en la sociedad. Los gigantes del mercado dedicados al co-living, incluidos WeLive, Common y Ollie, se centran en participar en una economía compartida, ofreciendo una solución de vivienda financieramente sensata y fomentando las conexiones sociales. A medida que continuamos luchando contra la pandemia del COVID-19 y nos adaptamos a la aplicación del distanciamiento social y los mandatos de quedarse en casa, los arrendatarios que viven juntos se han visto obligados a descubrir nuevas formas de convivir, al tiempo que mitigan los riesgos para la salud. De hecho, las comunidades que habitan en un co-living pueden estar mejor posicionadas, en cuanto al manejo de la pandemia y el sentido de normalidad, que las ofertas de bienes raíces de residencias tradicionales.