Certificados y premios de sostenibilidad se otorgan todos los días a nuevos edificios que prometen un futuro libre de carbono e impacto cero. Sin embargo, la mayoría de los esfuerzos que hacemos para construir edificios cada vez más "sostenibles", acaba el día de sus inauguraciones. El costo energético global de la arquitectura tiene mucho más que ver con la vida útil de un edificio que con su construcción. Aunque parezca que no hay salida para este actual modelo de éxito, cabe a nosotros arquitectos, repensar el significado de arquitectura sostenible en los días de hoy. Quizás debemos dejar de aplaudir y exaltar ciegamente los nuevos edificios y poner nuestra atención hacia los edificios que ya existen. Este artículo se publicó originalmente en CommonEdge como "Why Reusing Buildings Should be the Next Big Thing."
Durante la primera conferencia mundial de medio ambiente, realizada en la ciudad de Río de Janeiro en 1992, se dieron a conocer tres hechos importantes: la temperatura de la tierra estaba aumentando; los combustibles fósiles ya no eran una fuente viable de energía y que el entorno construido debería adaptarse a esta nueva realidad. Ese año publiqué un ensayo en el Journal of Architectural Education llamado "Architecture for a Contingent Environment" (Arquitectura para un entorno contingente) que sugiere que los arquitectos se unan a los naturalistas y conservacionistas para enfrentar esta situación.